martes, 31 de enero de 2017

PERCHA



Una PERCHA o gancho para la ropa es un dispositivo con la forma de los hombros humanos diseñado para facilitar colgar sobre todo chaquetas, suéteres, camisas, blusas o vestidos de ahí la cita famosa: 'puedes colgar el pantalón, la camisa o el chaquetón' de una manera que prevenga las arrugas de los mismos, con una barra más baja para poder colgar pantalones. También existen modelos con pinzas para faldas.
Otros significados de percha son los relacionados con el mundo de la caza, desde los posaderos para las aves de cetrería hasta los bolsos utilizados por los cazadores para guardar las piezas obtenidas. En su uso más coloquial, la palabra percha también sirve para designar a una mujer solterona o para describir la figura/tipo elegante y atractiva de un hombre.
Se presume que fue el presidente Thomas Jefferson quien inventó el gancho de madera para las ropas. Sin embargo, el gancho más usado hoy en día, es el de alambre, invento atribuido a Albert J.Parkhouse, trabajador de una compañía en Jackson, Míchigan.
Hay tres tipos básicos de perchas de ropa según el material empleado: metálicas, madera y plástico. Las perchas de alambre consisten de en un simple lazo de alambre en una forma aplanada triangular, continuando hasta que al final termina en forma de gancho. En cambio, las perchas de madera, tienen distintas formas, y tamaños. Las perchas de plástico cubren todas las necesidades del sector moda textil.
Algunas perchas tienen una barra redondeada de lado a lado, formando un triángulo aplanado, esta barra se diseñó para colgar los pantalones que pertenecen a la chaqueta. Hay también ganchos plásticos, que imitan la forma de los ganchos de alambre o de madera. Los ganchos plásticos también se producen en tamaños más pequeños para ajustarse a las formas de las ropas de los niños.
En 1903, Albert J. Parkhouse, un empleado del Timberlake Wire y Novelty Company en Jackson, Michigan, cansado de oír las quejas de sus compañeros de trabajo sobre la escasa cantidad de percheros de que se disponía en la fábrica, dobló un pedazo de alambre en dos óvalos y torció los extremos juntos para formar así un gancho, es así como fue inventado el primer gancho básico de alambre. En 1932, Schuyler C. Hulett patentó un diseño mejorado, en el que utilizó tubos de cartón ondulado en las partes superior e inferior del alambre para prevenir arrugas y en 1935, Elmer D. Rogers agregó un tubo en la barra más baja, que aún se utiliza.
Los ganchos de alambre para las ropas, han sido asociados como el símbolo del aborto ilegal, e infligido a sí misma, para el cual desenrolla y se endereza para ser utilizado como herramienta. También es comúnmente utilizado para forzar la apertura de las puertas de los automóviles; no obstante con la creciente sofisticación de los sistemas de seguridad para los autos, tales métodos son a menudo inútiles en los automóviles más nuevos.

viernes, 27 de enero de 2017

COBRA EGIPCIA



La COBRA EGIPCIA o áspid de Cleopatra es una especie de saurópsido escamado de la familia Elapidae. Habita en África del Norte.

Esta cobra puede medir hasta 2,5 metros de longitud. Es de color marrón o gris, a veces con bandas negras. Las cobras del noroeste de África pueden ser totalmente negras. La cabeza es grande, con unos prominentes ojos y un hocico achatado. Como otras cobras, la cobra egipcia posee una capucha de piel desplegable alrededor del cuello.
La cobra egipcia vive en desiertos y otros terrenos áridos, pero a veces se adentra en zonas urbanas. Suele evitar bosques y terrenos muy áridos. Es de hábitos nocturnos, pero también se calienta al sol por la mañana. Se alimenta de serpientes, mamíferos pequeños, sapos, aves y huevos, persiguiendo activamente a sus presas e inoculándoles veneno de rápida acción. Al estar amenazada, extiende su capucha de piel para intimidar, pero también puede abalanzarse hacia su agresor para propinar una mordedura venenosa, emitiendo antes un siseo. El veneno puede ser mortal para el ser humano si no es tratado rápidamente. Esta serpiente es muy territorial, atacando a cualquier amenaza para su territorio.
Las hembras suelen poner entre 8 y 20 huevos en cada puesta, normalmente en nidos de termitas. Los huevos eclosionan en un período de incubación de 60 días
La cobra egipcia tenía gran importancia en el Antiguo Egipto, donde era utilizada como símbolo del faraón, representando también a la diosa Uadyet. Mientras las demás serpientes representaban a la serpiente Apofis, la cobra representaba el Sol. Actualmente es posible mantenerla en cautividad.

miércoles, 25 de enero de 2017

DIENTES DE SABLE



El término «DIENTES DE SABLE» es un término genérico que se usa para describir a numerosas especies de mamíferos dotados de enormes caninos que vivieron durante diferentes épocas del Cenozoico.
Estas especies adquirieron sus característicos dientes de sable de forma totalmente independiente. La morfología de los dientes es un excelente ejemplo de evolución convergente, ya que ha ocurrido repetida e independientemente en por lo menos cuatro grupos diferentes de mamíferos: los macairodontes (Machairodontinae), una subfamilia de los félidos que incluye al famoso Smilodon; los nimrávidos (Nimravidae), una familia emparentada con los felinos, pero diferente; y finalmente, un par de casos aislados dentro de los creodontos (que no son considerados carnívoros auténticos) y los tilacosmílidos, una familia extinta de metaterios sudamericanos.
El atributo más espectacular y evidente de todos los mamíferos con dientes de sable son los inmensos caninos superiores. Aunque el consenso general de acuerdo a su dentadura es que se usaban para cazar denotando con ello una alimentación carnívora, la forma exacta en la que se usaban ha sido motivo de debate desde la década de 1880, cuando el Smilodon fue descrito por primera vez.

Algunos paleontólogos creen que el propósito principal era el de agarrar y sujetar presas grandes. La evidencia sin embargo no da suficiente respaldo a esta teoría, ya que se ha demostrado que unos dientes tan largos usados de esa forma podrían romperse con facilidad, y los cráneos fósiles con los dientes rotos son raros.

Una hipótesis más aceptada sugiere que los dientes de sable se usaban para dar mordiscos en la garganta o el abdomen de presas grandes (Akersten, 1985), o para causar heridas punzantes profundas que desangrarían al animal.

martes, 24 de enero de 2017

RECLINATORIO



El RECLINATORIO es un tipo de mueble de rezo previsto sobre todo para el uso privado, pero que se encuentra a menudo en iglesias de Europa.
Es una especie de asiento pequeño y bajo de madera ornamental equipado con un pasamanos para apoyarse y una pieza acolchada sobre la que arrodillarse. Los reclinatorios más modestos tienen una base de anea cubierta por un almohadón y el apoyabrazos, de madera. Los más ricos tienen tanto la parte inferior como la superior acolchada y tapizada de terciopelo. Algunos tienen la función de sillas que se transforman en reclinatorios plegando el sillín.
Parece haber recibido su actual nombre después del siglo XVI.

viernes, 20 de enero de 2017

MORSA



La MORSA es un pinnípedo muy grande y robusto, con una piel de color marrón. La piel está cubierta de pelo grueso corto. Las características más distintivas de la morsa son los colmillos grandes (dientes caninos superiores agrandados de hasta 1,5 m). Las subespecies Orrosmarus del Atlántico miden unos 300 cm y pesan unos 1.200 kg. Las hembras miden 250 cm y pesan 750 kg. La morsa del Pacífico Ordivergens es un poco más grande. La morsa es un animal social, formando grupos mixtos de hasta 2.000 ó más durante la alimentación y la migración. Durante la época de reproducción, los machos más grandes defienden los harenes. Se alimentan de moluscos y crustáceos.
En cuanto al tamaño, es diferente según las subespecies. Las morsas del Pacífico son ligeramente mayores: los machos pesan entre 800 y 1700 kg y tienen una longitud de entre 2,7 y 3,6 m, en tanto que las hembras pesan entre 400 y 1250 kg y miden entre 2,3 y 3,1 m. Entre los pinnípedos, sólo algunos elefantes marinos alcanzan un tamaño mayor.
Tienen una piel muy gruesa, de entre 2 y 4 cm de espesor. La piel de los machos presenta a menudo grandes nódulos, que no aparecen en las hembras. Dado que aparecen en la época de la pubertad, parece ser que se trata de una característica sexual secundaria. El pelo recubre todo el cuerpo, a excepción de las aletas. Los machos mudan el pelo anualmente, entre junio y agosto, en tanto que las hembras pueden tardar aún más tiempo en mudarlo. El pelaje de la morsa cambia de color con la temperatura: en el agua tienen un color gris pálido, casi blanco, en agua fría, pero adquieren una tonalidad rosada en aguas templadas, debido a la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y el incremento de la circulación.
Tanto los machos como las hembras poseen dos grandes colmillos que pueden alcanzar un metro de longitud y que constituyen su rasgo más distintivo. Sus extremidades son aletas, que carecen de pelo y están provistas de una piel gruesa y rugosa, que les facilita la movilidad en tierra.
Se han encontrado fósiles de odobénidos, similares a las morsas actuales, que datan del Mioceno medio, hace unos 14 millones de años.


miércoles, 18 de enero de 2017

INTRÉPIDO



INTRÉPIDO es un término que en nuestro idioma se puede usar para referir a aquel individuo que no presenta temor ante los peligros que se le puedan presentar de pronto en la vida; y por otra parte, también es posible usar la palabra cuando se quiere expresar que alguien es osado a la hora de actuar, de comportarse, o en lo que atañe a la realización de alguna actividad especial, deporte, entre otros.

La persona intrépida dispone de un notable coraje, valor y fuerza de voluntad que es lo que le facilitará someterse a los más difíciles entornos y situaciones sin temor a fracasar en ese intento. Como generalmente los obstáculos provocan en las personas miedo, la disposición de coraje es lo que le permite a una persona neutralizar el temor y seguir adelante en la acción propuesta.

Ahora bien, cabe destacarse que intrépido no es una palabra que esté muy extendida en nuestro idioma para justamente expresar las cuestiones indicadas. La realidad es que para expresar tal situación solemos usar un término mucho más popular y extendido, como ser el de valiente y que es el sinónimo más reconocido de la palabra que nos ocupa.

El concepto de valiente es el que habitualmente usamos cuando queremos expresar que un individuo sobresale por su arrojo y que por tanto no demuestra miedo a la hora de actuar o ante aquello que está por venir y tendrá que enfrentar. Para el valiente es algo natural invertir esfuerzos para conseguir cosas para sí mismo o para el entorno que lo rodea.

Entonces, intrépido, así como su sinónimo más popular, valiente, pueden ser usados para dar cuenta de aquellas acciones que implican un importante valor y osadía. Arrojarse al mar para salvarle la vida a una persona que se está ahogando es de intrépido, de valiente. Entrar a una casa que se está incendiando para salvar a un anciano, asimismo, es ser intrépido.

El concepto opuesto al de intrépido es prudente, ya que refiere a aquella persona que se caracteriza por actuar con cautela y moderadamente.

lunes, 16 de enero de 2017

OVEJA



La OVEJA es un mamífero cuadrúpedo ungulado doméstico, usado como ganado. Como todos los rumiantes, las ovejas son artiodáctilos, o animales con pezuñas. A pesar de que el término «oveja» se aplica a muchas especies del género Ovis, por lo general hace referencia a la subespecie doméstica de Ovis orientalis.
Posiblemente desciendan del muflón salvaje de Europa y Asia, y fueron uno de los primeros animales en ser domesticados para fines agrícolas, criadas principalmente por su lana, carne y leche. La lana de oveja es la fibra animal más utilizada y por lo general se recoge mediante esquila. Su carne recibe el nombre de carne de cordero cuando es de un animal joven y de ovino mayor o carnero cuando proviene de animales de más de un año. También se crían como organismo modelo para la investigación científica.
La cría de ovejas se practica en casi todo el mundo y ha sido fundamental para muchas civilizaciones. En 2014 la FAO reflejaba la existencia de más de 1200 millones de cabezas en todo el mundo, con China como mayor productor, con más de 200 millones (un 1.7 % del total), seguida por Australia con 72 y la India con 63 millones de cabezas.
Como animal clave en la historia de la ganadería, las ovejas están profundamente arraigadas en la cultura humana y aparecen representadas tanto en el lenguaje moderno como en la simbología. Como ganado, se asocian generalmente con imágenes pastoriles y arcadianas.
Aparecen en muchos mitos —como el del vellocino de oro— y en las grandes religiones, especialmente en las abrahámicas. Tanto en los ritos religiosos antiguos como en los modernos, se han utilizado como animales de sacrificio.
Linneo clasificó a las ovejas domésticas en 1758 en la especie Ovis aries. Aunque posteriormente se demostró que las ovejas domésticas actuales y su antepasado silvestre: el muflón oriental (Ovis orientalis) pertenecían a una misma especie y debía asignárseles un único nombre científico, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica determinó en 2003 en la opinión 2027 que las ovejas, al igual que otras 17 especies domésticas, debían nombrarse como su variedad salvaje, Ovis orientalis, para evitar la paradoja de que los linajes anteriores, los silvestres, fueran nombrados como subespecies de sus descendientes. Por lo tanto el nombre específico que prevalece para las ovejas y muflones es Ovis orientalis, quedando el término aries como nombre trinomial que designa a la subespecie doméstica (aun cuando generalmente en casos como este se aplicaría el "principio de prioridad" que establece que debe permanecer como nombre específico el primero en haber sido registrado, siendo aries el más antiguo).
Las tres palabras que componen su nombre científico provienen del latín: ovis, oveja; orientalis, procedente de Oriente; y aries -ĕtis, literalmente 'carnero'.
Su nombre común, oveja, proviene del latín ovicŭla, diminutivo de ovis, al igual que el adjetivo referido a este ganado: ovino. El sustantivo femenino oveja se utiliza para referirse tanto a la hembra como en genérico para ambos géneros de la especie, y carnero (del latín [agnus] carnarius '[cordero] de carne') para el macho, aunque en ocasiones para referirse también a la especie.
El léxico en español relativo a la especie y a su ganadería es muy extenso, con numerosas variantes dependiendo del país, la región o incluso a nivel local. El Diccionario de la lengua española recoge muchos términos, tanto comunes a la ganadería en general como específicos de esta especie, como badana (piel curtida de oveja o carnero), borrego (cordero de uno o dos años), borro (cordero que pasa de un año y no llega a dos), ciclán (borrego o primal cuyos testículos están en el vientre y no salen al exterior), cordero (para referirse a las crías), morionda (hembra en celo), mardano (carnero padre), ovejo (en algunos países sudamericanos, oveja macho), marueco/morueco (carnero padre o utilizado para la reproducción), pécora (res de ganado lanar), primala (oveja que tiene más de un año y no llega a dos), ternasco (en Aragón, cordero que aún no ha pastado), vedija (mechón de lana o pelo enredado), vellón (lana de oveja esquilada) o zalea (cuero curtido que conserva la lana), por ejemplo.
Linneo clasificó a las ovejas domésticas en 1758 en la especie Ovis aries. Aunque posteriormente se demostró que las ovejas domésticas actuales y su antepasado silvestre: el muflón oriental (Ovis orientalis) pertenecían a una misma especie y debía asignárseles un único nombre científico, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica determinó en 2003 en la opinión 2027 que las ovejas, al igual que otras 17 especies domésticas, debían nombrarse como su variedad salvaje, Ovis orientalis, para evitar la paradoja de que los linajes anteriores, los silvestres, fueran nombrados como subespecies de sus descendientes. Por lo tanto el nombre específico que prevalece para las ovejas y muflones es Ovis orientalis, quedando el término aries como nombre trinomial que designa a la subespecie doméstica (aun cuando generalmente en casos como este se aplicaría el "principio de prioridad" que establece que debe permanecer como nombre específico el primero en haber sido registrado, siendo aries el más antiguo).
Las tres palabras que componen su nombre científico provienen del latín: ovis, oveja; orientalis, procedente de Oriente; y aries -ĕtis, literalmente 'carnero'.
Su nombre común, oveja, proviene del latín ovicŭla, diminutivo de ovis, al igual que el adjetivo referido a este ganado: ovino. El sustantivo femenino oveja se utiliza para referirse tanto a la hembra como en genérico para ambos géneros de la especie, y carnero (del latín [agnus] carnarius '[cordero] de carne') para el macho, aunque en ocasiones para referirse también a la especie.
El léxico en español relativo a la especie y a su ganadería es muy extenso, con numerosas variantes dependiendo del país, la región o incluso a nivel local. El Diccionario de la lengua española recoge muchos términos, tanto comunes a la ganadería en general como específicos de esta especie, como badana (piel curtida de oveja o carnero), borrego (cordero de uno o dos años), borro (cordero que pasa de un año y no llega a dos), ciclán (borrego o primal cuyos testículos están en el vientre y no salen al exterior), cordero (para referirse a las crías), morionda (hembra en celo), mardano (carnero padre), ovejo (en algunos países sudamericanos, oveja macho), marueco/morueco (carnero padre o utilizado para la reproducción), pécora (res de ganado lanar), primala (oveja que tiene más de un año y no llega a dos), ternasco (en Aragón, cordero que aún no ha pastado), vedija (mechón de lana o pelo enredado), vellón (lana de oveja esquilada) o zalea (cuero curtido que conserva la lana), por ejemplo.
Las ovejas son unos rumiantes de tamaño relativamente pequeño, generalmente con un pelo rizado que recibe el nombre de lana y a menudo con cuernos laterales en forma de espiral. Las ovejas domésticas se diferencian de sus antepasados y sus parientes salvajes en varios aspectos, habiéndose convertido en una especie neoténica como resultado de la crianza selectiva realizada por los seres humanos. Algunas razas primitivas todavía conservan algunas de las características de sus parientes salvajes, como las colas cortas. Según la raza, las ovejas pueden no tener cuernos, tenerlos ambos sexos, o solo los machos. La mayoría de las razas con cuernos tienen solo un par, pero algunas pueden tener varios.
Otra característica distintiva de las ovejas domésticas respecto a los ovinos salvajes es su gran variedad de coloración. Las ovejas salvajes por lo general solo se encuentran en tonos marrones y con variaciones extremadamente limitadas. En cambio la gama de coloración en las domésticas va desde un blanco puro hasta un marrón chocolate oscuro e incluso a manchas. La selección por parte de los humanos en favor de la lana blanca, que puede teñirse fácilmente, se realizó en los inicios de su domesticación y como la lana blanca es un rasgo dominante se extendió rápidamente. A pesar de ello, muchas razas modernas son de colores distintos al blanco, e incluso pueden aparecer como un rasgo recesivo en rebaños blancos. Si bien la lana blanca es conveniente para los grandes mercados comerciales, hay un nicho de mercado para la de color, sobre todo para hilado artesanal. La naturaleza de la lana varía dependiendo de las razas, desde densa y muy ondulada, a larga y fina, con variaciones de tipo y calidad incluso entre miembros de la misma manada.
Su altura y peso varían dependiendo de la raza. El ritmo de crecimiento y su peso adulto es un rasgo hereditario y a menudo se seleccionan en la cría.19 Las hembras suelen pesar entre 45 y 100 kg y los machos entre 45 y 160 kg.20 Su dentición temporaria o de leche está formada por 20 dientes y la de adulto por 32. La adulta está formada por 12 molares, 12 premolares y 8 dientes frontales, pero hay cierto desacuerdo en cuanto a si son 8 incisivos o 6 incisivos y 2 caninos con forma de incisivos, con lo que su fórmula dentaria sería {\displaystyle {\tfrac {0.0.3.3}{4.0.3.3}}} o {\displaystyle {\tfrac {0.0.3.3}{3.1.3.3}}}Al igual que otros rumiantes, sus dientes frontales se encuentran en el maxilar inferior y muerden contra una formación cartilaginosa sin dientes en el maxilar superior denominada rodete dentario, que utilizan para arrancar vegetales mientras los dientes traseros los muelen antes de tragar. Hay una gran separación entre los dientes frontales y los premolares. Durante el proceso de cambio de dentición de leche a permanente es posible determinar la edad de una oveja a partir de sus dientes frontales, pues aproximadamente cada año le nacen un par de incisivos, hasta los cuatro o cuatro años y medio, cuando ya completan su dentición. A medida que envejecen sus dientes frontales comienzan a desgastarse, lo que dificulta su alimentación y repercute en su salud y productividad. Por esta razón, el declive de las ovejas domésticas que pastan en prados suele comenzar a partir de los cuatro años, con una esperanza de vida media de entre diez y doce años, aunque algunas pueden llegar a vivir hasta veinte.

viernes, 13 de enero de 2017

LOS VÁNDALOS



Los VÁNDALOS fueron un pueblo germano de Europa central. Su lengua pertenece a la rama germánica oriental que habitaban las regiones ribereñas del Báltico, en las actuales Alemania y Polonia (solo se conservan unos pocos fragmentos de idioma vándalo).
A principios del siglo v cruzaron la Galia y la península ibérica, se instalaron brevemente en el valle del Guadalquivir, pasaron el estrecho de Gibraltar y, comandado por Genserico, crearon un reino en el norte de África, centrado en la actual Túnez, que finalmente fue destruido por los bizantinos en 534.
Los lugiones o vándalos ocupaban el territorio al oeste del Vístula y junto al Oder, hasta el norte de Bohemia. La palabra vándalo parece tener un doble significado y querría decir «los que cambian» y «los hábiles», mientras que su otro nombre, lugios o lugiones, también con doble significado, querría decir «mentirosos» y «confederados».
Parece ser que al principio las tribus de los vandulios (o vandalios) y la de los lugios (o lugiones), junto con las de los silingos, omanos, buros, varinos (seguramente llamados también auarinos), didunos, helvecones, arios o charinos, manimios, elisios y najarvales correspondían a pequeños grupos de origen similar, integrando otra rama del grupo de los hermiones, que formaron después un gran grupo identificado generalmente como lugiones, cuyo nombre predominaba para designar a todos los pueblos componentes incluidos los vándalos. Más tarde, en el siglo ii, acabó prevaleciendo el nombre de vándalos para el conjunto de pueblos.
La llegada de los godos los obligó a desplazarse hacia el sur y a asentarse en las riberas del mar Negro, siendo por tanto vecinos y en ocasiones aliados de los godos. Durante el siglo i, las tribus del grupo de los lugiones o lugios (incluyendo entre ellas a las tribus de la rama de los vándalos) estuvieron en guerra frecuente con los suevos y los cuados, contando ocasionalmente con la alianza de otras tribus, especialmente los hermunduros. A mediados de siglo derrocaron a un rey de los suevos, y en el 84 d. C. sometieron temporalmente a los cuados. Durante parte de este siglo y en el siguiente, se fusionaron las diversas tribus de lugiones y dieron origen a un grupo mayor, conocido por vándalos.
En tiempos de las guerras marcomanas ya predomina la denominación de vándalos y aparecen divididos en varios grupos: los silingos, los lacringos y los victovales, estos últimos gobernados por el linaje de los asdingos (astingos o hasdingos), cuyo nombre evocaba su larga cabellera. Junto a los longobardos, los lacringos y victovales o victofalios cruzaron el Danubio hacia el año 167 y pidieron establecerse en Panonia.
Los asdingos o victovales, dirigidos por Rao y Rapto, no fueron admitidos en Panonia (donde se habían establecido longobardos y lacringos), por lo que avanzaron hacia el año 171 en dirección a la parte media de los Cárpatos durante las guerras marcomanas, y de acuerdo con los romanos se instalaron en la frontera septentrional de Dacia. Más tarde se adueñaron de la Dacia Occidental. Al parecer, los vándalos quedaron divididos únicamente en asdingos (o victovales) y silingos, desapareciendo, mezclada entre ambos grupos y con los longobardos, la tribu de los lacringos durante el siglo iii.
A partir de 275, los asdingos se enfrentaron a los godos por la posesión del Banato (abandonado por Roma), mientras que los silingos, seguramente bajo presión de los godos, abandonaron sus asentamientos en Silesia y emigraron junto a los burgundios para acabar estableciéndose en la zona del Meno. Sus ataques a Recia fueron rechazados por Probo.
El rey asdingo Wisumarh (Visumaro) combatió contra los godos procedentes del este al mando de Geberico, que atacaron sus territorios. Wisumarh murió en lucha contra los godos, y los integrantes de las tribus de vándalos que no quisieron someterse a los godos, hubieron de pasar a territorio imperial, instalándose en Panonia, donde también se asentaron los cuados. A principios del siglo v habían abandonado Panonia (como también los cuados) y se unieron a los suevos y alanos para invadir las Galias. En las primeras luchas del año 406 murió el rey Godegisel (Godegisilio). Pocos años después, los dos grupos vándalos acabaron fusionados.