viernes, 18 de noviembre de 2016

ANGELO GIUSEPPE RONCALLI



Juan XXIII, de nombre secular Angelo Giuseppe Roncalli. Nace en  Bérgamo, Lombardía, Italia, 25 de noviembre de 1881. Muere Ciudad del Vaticano, 3 de junio de 1963, fue el papa número 261 de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano entre 1958 y 1963.
En su dilatada labor apostólica, ocupó varios cargos de relevancia en la Iglesia católica en el período de preguerra. Como obispo titular de Areopoli y, más tarde, de Mesembria, desempeñó el cargo de visitador apostólico en Bulgaria desde 1925, luego como delegado apostólico en la misma Bulgaria desde 1931. Fue designado arzobispo titular de Mesembria y delegado apostólico en Turquía y Grecia el 30 de noviembre de 1934, cargo que desempeñó durante la mayor parte de la segunda guerra mundial. A fines de 1944 fue designado nuncio apostólico en Francia, donde permaneció hasta 1953. Creado cardenal presbítero de S. Prisca en el consistorio de ese año, fue patriarca de Venecia hasta su elección como sumo pontífice en el cónclave de octubre de 1958. Su pontificado, relativamente breve, fue sin embargo sumamente intenso.
Sus encíclicas Mater et Magistra (Madre y Maestra, 1961) y Pacem in Terris (Paz en la Tierra, 1963), esta última escrita en plena guerra fría luego de la llamada «crisis de los misiles» de octubre de 1962, se convirtieron en documentos señeros que marcaron el papel de la Iglesia católica en el mundo actual. Pero el punto culminante de su trabajo apostólico fue, sin dudas, su iniciativa personal, apenas tres meses después de su elección como pontífice, de convocar el Concilio Vaticano II, que imprimiría una orientación pastoral renovada en la Iglesia católica del siglo XX. Con todo, al momento de su muerte acaecida el 3 de junio de 1963, apenas había transcurrido la primera de las etapas conciliares —que finalmente alcanzarían el número de cuatro—, sin haberse promulgado ningún documento y sería Pablo VI quien enfatizaría los propósitos básicos del concilio y lo guiaría a través de las tres etapas conciliares siguientes hasta su final.
Caracterizado por un notable sentido del humor, en Italia se recuerda a Juan XXIII con el cariñoso apelativo de Il Papa Buono («el papa bueno»). Fue beatificado por el papa Juan Pablo II durante el «Gran Jubileo» del año 2000. El 5 de julio de 2013 el papa Francisco firmó el decreto que autorizó la canonización de Juan XXIII, que se efectuó conjuntamente con la de Juan Pablo II el día 27 de abril de 2014, según lo anunciado en el consistorio realizado el 30 de septiembre de 2013. A dicha ceremonia, también asistió el papa emérito, Benedicto XVI. Junto a Juan Pablo II es el papa más reciente en ser venerado como santo.

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