miércoles, 13 de julio de 2016

KARATE-DO





El KARATE-DO es un arte marcial tradicional de las islas Ryūkyū pertenecientes hoy día al Japón, actualmente conocidas como la prefectura de Okinawa.
Tiene su origen en las artes marciales nativas de las islas Ryukyu, (hoy día Okinawa). Llamadas tuidi, tode o te (literalmente, ‘mano’, tii en okinawense) y en el tegumi (lucha nativa) así como en algunos estilos de las artes marciales chinas y está influenciado en menor medida por otras disciplinas provenientes del sureste asiático y en la actualidad, por conceptos procedentes del Budo japonés. Los estilos de karate surgieron de la necesidad de los guerreros nobles de la isla (los pechin) de proteger al último rey de Okinawa, Sho Tai, y a sí mismos de los guerreros japoneses con armadura (los samurái), invasores pertenecientes al clan Satsuma, en el siglo XVII. Poco a poco, el karate fue desarrollado en el reino de Ryukyu, y posteriormente se expandió: se enseñó sistemáticamente en Japón después de la era Taisho en el siglo XX, como consecuencia de los intercambios culturales entre los japoneses y los habitantes de las islas Ryukyu. Incorporándose así a la cultura de las artes marciales del Japón moderno.
El karate-do de hoy día se caracteriza fundamentalmente por el empleo de golpes de puño, patadas y el giro de la cadera, que recibe varios nombres, según la dirección del giro. No restringe su repertorio solo a estos, ya que incluye varios golpes a mano abierta, algunos derribos, y luxaciones articulares, y unos pocos lanzamientos; además de golpes a puntos vulnerables, y a puntos nerviosos, en su currículo. En el karate-do se unifican la fuerza, la rapidez, la respiración, el equilibrio, la tensión y la relajación al aplicar un correcto giro de cadera y una conexión o sinergia muy precisa de músculos y articulaciones, trasladando un gran parte del peso corporal y del centro de gravedad al impacto. Generalmente, y a diferencia de otras disciplinas, se busca derrotar al adversario mediante un impacto contundente (o unos pocos), preciso y definitivo, buscando ser lo más eficaz posible. A ese concepto se le llama "Ikken hikatsu" o "un golpe, una muerte", de forma semejante a la estocada o al corte de una katana o sable japonés. A este arte marcial se le puede referir como karate o kárate, y a la persona que lo practica se la llama karateka o karateca.
Las sucesivas prohibiciones al porte de armas en la historia de la isla de Okinawa y la importancia dada a las artes marciales sin armas se debe a que la isla, mucho antes de ser anexada al Shogunato de Japón, ya era un puerto libre y reino independiente donde atracaban numerosas embarcaciones provenientes de varias partes de Asia (China, Corea, Tailandia, Indonesia, Filipinas). La isla de Okinawa fue asimismo el primer lugar donde llegó la nave del comodoro Perry de los EE.UU. en el siglo XIX antes de llegar a la ciudad puerto Yokohama, en el Japón, para obligar a los japoneses a abrir sus rutas comerciales; pues desde 1639 hasta 1853 tanto japoneses como okinawenses habían vivido aislados del mundo exterior por decreto del shōgun (líder militar) Tokugawa Iemitsu, hasta la época moderna (siglo XX), en que el último de los Tokugawa, Tokugawa Yoshinobu, cedió el poder total y definitivamente al emperador Meiji entre 1868 y 1902.
En la isla de Okinawa se vivía una situación naval y comercial de gran intercambio entre varios reinos, similar a la de las islas Filipinas, aunque con varias prohibiciones al porte de armas que se iniciaron en 1409 por el entonces rey Sho Shin, que favorecieron la unificación de los pequeños feudos en que se encontraba dividida la isla, evitando así futuras divisiones y conflictos entre los visitantes y los nativos. Estas medidas fueron luego enfatizadas de nuevo ya en 1609 por los guerreros samurái japoneses invasores pertenecientes al clan Satsuma, quienes confiscaron las armas restantes. Durante este periodo la vida fue aún más austera y restrictiva, obligando tanto a los nobles (Pechin) como al pueblo a desarrollar aún más los métodos de combate tanto con implementos agrícolas (kobudō), como a mano vacía (karate) respectivamente.
El uniforme de práctica empleado en el kárate es el keikogi o karategi, (gi= traje) compuesto por una chaqueta, pantalones y un cinturón. El karategi se deriva del judogi, dada la influencia de Jigorō Kanō fundador del arte marcial y deporte olímpico del judo; a principios del siglo XX en las artes marciales japonesas modernas o Gendai Budō. Actualmente existen dos tipos de karate-gi para competición: el de kumite o combate, que es más ligero, y el de katas o formas, que es más grueso y pesado.
La existencia de cinturones varía de unos estilos a otros, pero por lo general suelen ser reconocidos: los llamados kyus o cinturones de nivel inferior y los danes o cinturones superiores.
Tomado el modelo del judo, se establecieron los grados kyus o cinturones de nivel inferior. Los kyus comienzan con el blanco para los principiantes. Con el aprendizaje progresivo de las técnicas se va subiendo de nivel y va cambiando el color del cinturón. Al blanco le siguen (por orden de menor a mayor) el amarillo, el naranja, el verde, el azul, el marrón (tres niveles) y, por último, el negro, aunque con puntos intermedios entre una mezcla del anterior con el posterior (blanco-amarillo, amarillo-naranja, etc). No obstante, los cinturones de colores también pueden variar según las escuelas, ya que en algunas escuelas existe también el cinturón morado, alteran el orden de los colores, o quitan alguno de los colores antes nombrados.
Estos cinturones intermedios se dan a los alumnos que tienen poca edad (aproximadamente hasta los 13-14 años) porque aprenden más lentamente y el hecho de poder examinarse de estos cinturones evita su aburrimiento al tener que esperar para pasar de un cinturón a otro. Los cinturones intermedios son los siguientes: blanco-amarillo, amarillo-naranja, naranja-verde, verde-azul y azul-marrón. Después de este último se pasa al marrón y después directamente al negro. Una vez se es cinturón negro, se sigue aumentando progresivamente en grados (llamados danes).
Los danes o cinturones de nivel superior se representan con el color negro, aunque para grados altos también puede llevarse un cinturón a franjas rojas y blancas, y los 7º dan también pueden llevar un cinturón rojo, según el estilo practicado. La numeración es ascendente, de primer a décimo dan. La Federación Mundial de Karate(WKF) establece como requisito el tener una edad mínima de dieciséis años para estar en posesión de primer dan. A su vez, reconoce hasta el 10º dan, que sólo podrán ostentarlo aquellas personas mayores de setenta años.
Al margen de la Federación, las distintas escuelas y estilos suelen seguir sus propios sistemas sin atender en muchos casos lo establecido por este organismo. Esta numeración varía según la escuela, siendo lo habitual en la actualidad siete grados, pero manteniéndose en algunas escuelas tradicionales un sistema de cinco danes. Tradicionalmente era solamente hasta el 5.º dan; esto por varias razones: una es la que se asocia a la progresión con los cinco círculos del legendario guerrero samurái Miyamoto Musashi; algunas escuelas aún mantienen hasta el 5º dan, generalmente las más tradicionales o que tienen una relación directa con el maestro fundador del karate Shotokan Gichin Funakoshi, tales como por ejemplo: Shotokai y Shotokan of América (o SKA), ya que según la escala del maestro Funakoshi el grado más alto era el 5º dan; de hecho, en la época en la que Funakoshi aprendió el arte del tuidi, to-de o te, aún no existían los grados dan.

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