jueves, 30 de junio de 2016

MATRIARCADO



El MATRIARCADO refiere a un tipo de sociedad en la cual las mujeres, especialmente las madres tienen un rol central de liderazgo político, autoridad moral , control de la propiedad y de la custodia de sus hijos. Confundida a veces con los términos ginarquía, ginocracia, ginecocracia, o sociedad ginocéntrica.
No se tiene evidencia de sociedades en las que existiendo una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres, las mujeres tuvieran preeminencia sobre los varones; al contrario de lo que sucede en el patriarcado, donde los hombres son los que poseen preeminencia respecto de las mujeres. Las sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.
La existencia del matriarcado ha sido mencionada por los teóricos del evolucionismo del siglo XIX.
Aunque existe un número importante de sociedades matrilineales documentadas, no siempre se utiliza correctamente el término "matriarcado". Muchos autores usan erróneamente el término "matriarcado" para referirse a sociedades matrilineales o matrilocales, como dice Marvin Harris. Harris y Young ponen ejemplos de sociedades no patriarcales en la Tierra del Fuego y en las selvas tropicales del noroeste amazónico y el centro de Brasil. Sin embargo, en modo alguno se han encontrado ejemplos claros de sociedades en las que exista o haya existido un matriarcado, es decir un estado de dominación femenina, la contraparte del patriarcado.
En algunas de estas sociedades existen mitos que afirman un pasado matriarcal y que posteriormente las mujeres perdieron el poder y fueron los hombres quienes comenzaron su reinado e impusieron su autoridad, formando las sociedades patriarcales. Un mito clásico en este sentido sería el que recogió Gusinde, entre los selknam de la isla Grande de Tierra del Fuego, y los yaganes del archipiélago al sur de ésta. Dichos grupos tienen mitos similares que hablan de un pasado mítico en el que mandaban las mujeres, que engañaban arteramente a los hombres haciéndoles creer que ciertos seres sobrenaturales avalaban aquel orden social. Cierto día, los hombres descubrieron el engaño y mataron a todas las mujeres adultas, volteando el sistema en su propio beneficio y fundando una sociedad dominada por los hombres, con los mismos rituales, entre los selknam ahora legitimando la dominación masculina y haciendo creer a las mujeres y niños que los participantes en aquel ritual hombres disfrazados eran seres sobrenaturales. Se trata de un clásico mito y rito de inversión de roles que trata de legitimar el orden social de dominación masculina.
No obstante, como dice Marvin Harris, el hecho de que hasta la actualidad todas las sociedades humanas en el pasado conocido hayan sido sexistas no es razón para adjudicar tal hecho a la naturaleza humana, o para pensar que necesariamente así serán las sociedades futuras 
Es muy importante distinguir el matriarcado del matrilinaje, que es una cuestión diferente. En algunas sociedades el prestigio social y la adscripción de bienes y posesiones se recibe por vía materna, más que por vía paterna. Eso en general implica que en algunas sociedades son las mujeres quienes heredan las tierras familiares y no los hombres. Aunque en muchas sociedades matrilineales las mujeres tienen un poder decisorio sobre asuntos familiares razonablemente importantes. La posición social viene de la madre más que del padre y las familias extensas y las alianzas tribales se establezcan sobre líneas sanguíneas femeninas. Aun así, en algunos pocos casos, los hombres tienen más autoridad formal que las mujeres, siendo quien la ostenta el hermano de la cabeza de familia más que el marido de la cabeza de familia. De hecho, algunas pocas sociedades matrilineales son avunculocales, lo cual significa que los hijos de la cabeza de familia están sometidos a la autoridad del tío materno, más que del padre.
El matriarcado es una acepción diferente a la de matrilocalidad, usado por algunos antropólogos para describir sociedades en donde la autoridad maternal se basa en relaciones domésticas, debiéndole al esposo unirse a la familia de la esposa, en lugar de que la esposa se mude a la villa o tribu del esposo, así, ella es mantenida por su familia extendida, y el esposo tiende a estar socialmente aislado. Otros pasos coadyuvantes son la matrifocalidad y la poliandria, generalmente fraternal.
Así, el matriarcado es una combinación de estos factores: matrilinealidad y matrilocalidad. Pero lo más importante es el hecho de que la mujer está a cargo de la distribución de los bienes para el clan y, especialmente, de las fuentes de nutrición, campo y comida. Esta característica hace que todos los miembros del clan dependan más de la matrilinealidad y matrilocalidad, y esto le otorga a la mujer una fuerte posición en las sociedades que hoy son consideradas matriarcales.

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