sábado, 23 de abril de 2016

TOLOLOCHE



El TOLOLOCHE es un tipo de contrabajo usado en la música tradicional de México. Por lo general posee cuatro cuerdas, se toca sin arco y se puntea con los dedos o técnica del "pizzicato".
El tololoche antiguo fue un invento del músico yucateco Juan Tolvaños, el cual fabricó un guitarrón-violoncello de cuatro cuerdas con mástil dividido en siete trastes, que solamente se punteaba. A este instrumento lo llamaron "tolo loch", del maya: tolo, toro y loch abrazado, que posteriormente quedaría en tololoche. En la actualidad a cualquier contrabajo usado en músicas regionales también se le llama tololoche.
Generalmente el tololoche está construido de madera de pino para el brazo y caobilla en la caja, a diferencia del contrabajo. El instrumento tiene 4 cuerdas, cuya afinación es de "La" sonido más grave, "Re", "Sol", "Do" sonido más agudo.
En el norte de México se utiliza para acompañar a los músicos Fara Fara, en música norteña; las cuales se tocan con acordeón, tarola, tololoche, saxofón, y bajo sexto. Es también utilizado por los músicos que tocan en bares y cantinas de ciudades del norte del país. En el Noreste de México, específicamente en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, es común referirse a las agrupaciones que tocan este tipo de música como Fara Fara. Por ejemplo, se dice "vamos por unos taca taca ", esto cuando se quiere amenizar alguna fiesta o reunión social.
También recibe el nombre de chicoteado porque es el sonido que produce al vibrar la cuerda, como si un látigo hiciera un sonido. Muchas veces se alterna la nota chicoteada con dos golpes con la palma de la mano para producir un golpe de percusión, mientras que otros, prefieren golpear la caja como si fuera un cajón peruano, creando un tipo de música donde a veces no hay batería alguna que acompañe la música.


La diferencia del contrabajo y el tololoche es prácticamente que este último es más percusivo, su sonido no existe con arco, utiliza en realidad 4 cuerdas para tener más espacio entre los dedos y así poder jalar la cuerda. Su peso es ligero debido al material, sus maderas varían y son corrientes por el uso en el área de trabajo (cantina) lleva un alma debajo del puente en la cuerda de sol la cual vibra y envía todo el sonido a través de la barra armónica las maderas fuertes están en el diapasón y el puente de arriba la madera del diapasón en los estados del noroeste del país son mezquite y quinilla. Para el puente de arriba es palo fierro, para el resto del tololoche se usa el pino.

El tololoche se decora con adornos por la orilla de los lados con cedro y pino alternando colores, así tapa el error de construcción y protege en caso de un accidente.
En relación ala varilla que tiene debajo esta es fija, hecha con madera de palo de escoba, esta fija y al final contiene un tapón material de plástico de las muletas para inválidos.
Las cuerdas antes se hacían de intestino de gato. Después se usaron las entorchadas cuerdas de metal con nylon.
El instrumento se hace y trabaja sin maquinaria eléctrica, sólo gubias, formones, martillo, pegamento, berbiquíes y serrucho.
El tololoche ya está en vías de extinción, sustituido por los instrumentos eléctricos que ofrecen muchas y muy diversas opciones, aunque varios grupos e incluso compositores, lo han vuelto a usar. También su uso es constante en rondallas y grupos acústicos pequeños, por su gran movilidad. Los intérpretes de narcocorridos son los que le han dado uso en los últimos años.
Su fabricación a diferencia de otros instrumentos de cuerda merece un reconocimiento especial pues no existen medidas estándares y su toque es totalmente sentido manual para saber el grosor del brazo y la altura de las cuerdas, simplemente es a gusto del fabricante, y no contiene esas medidas estándares exactas como la guitarra, sin embargo el grosor del brazo es especialmente diseñado para soportar las altas tensiones de las afinación. Su construcción depende totalmente de la experiencia manual, cualquier intervención con máquina lo hace independiente de la tradición, por lo tanto los lauderos de este instrumento desconocen cualquier proceso industrial, criticando su fría intervención.
Actualmente en las regiones como Sonora existen pocos lauderos dedicados a la fabricación del instrumento. Herméticos, generalmente guardan los secretos y recetas de las fabricaciones, sin embargo existen alternativas que ayudan a la formación de nuevos lauderos.

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