sábado, 28 de febrero de 2015

CONGA



La CONGA es un baile popular cubano de origen africano que tiene un ritmo sincopado y se acompaña con tambores. Sirve de acompañamiento para las comparsas carnavalescas y se originó en las festividades que efectuaban los negros esclavos. Esta toponimia creada en Camagüey, aparece en los años 30, con antecedentes de “La Arrolladora” de Izaguirre, con tambores de barriles, campanas, Comandos, Muchachos Durmientes, Los Pulpos, Farola, Los Caribes. Durante esta década se convirtió en un baile de salón.

En su instrumental participan tambores de diversos tipos, abarrilados y de un solo parche, conga, tumbadora, quinto; bombo, cencerros, sartenes y otros objetos de metal.

Luego se bailó de un modo más libre. La conga más grande de la que se tiene registro fue la Miami Súper Conga que tuvo lugar en la Calle 8 el 13 de marzo de 1988. La línea estaba formada por 86 personas.

La conga es un género bailable y cantable, donde se destaca la alegría, el ritmo y el sabor de la música cubana.

Estas fiestas se realizaban en las ocasiones en que las autoridades permitían ciertas distracciones a los esclavos: en la festividad del Hábeas, los domingos y principalmente el Día de Reyes. Era un suceso musical y social que llenaba de alegría las ciudades, subordinándose los cantos, toques de tambor y las fabulosas coreografías, en un jolgorio que contrastaba con los bailes de salón que la burguesía generaba para su disfrute y aún con los llamados bailes de cuna, donde se mezclaban diversos estratos y grupos sociales.

GARABATO



Un GARABATO es un dibujo de cualquier cosa, concreta o abstracta, que se hace mientras la atención está ocupada en otra cosa o cuando la persona está aburrida. En inglés se usa el término doodle y en francés griboullage.

Los estudiantes suelen hacerlos en los cuadernos de la escuela, a menudo en los márgenes, elaborados mientras están soñando despiertos o cuando pierden el interés en la clase. Son también garabatos los que hace una persona en un papel mientras está en una conversación telefónica larga.

Pueden incluir caricaturas de los profesores y compañeros de la escuela, personajes de la televisión de los cómics, seres ficticios, paisajes, figuras o patrones geométricos, texturas, pancartas con leyendas y animaciones. Los garabatos pueden ser dibujos sencillos o secuencias de ellos.

En español, es posible que el origen de la palabra garabato esté emparentado con el de palabras como grabado, gramática, grafos y gráficos: es muy probable que el origen de cualquiera de los sistemas de escritura de la humanidad hayan sido meros garabatos.

viernes, 27 de febrero de 2015

HERÁLDICA



La HERÁLDICA es la ciencia del blasón: «blasón» se define como el «arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona»). Es también un campo de expresión artística, un elemento del derecho medieval y de las dinastías reales hasta nuestros días. Más recientemente, ha sido admitida dentro de las ciencias anexas de la historia junto con la diplomática, la falerística, la sigilografía y la vexilología.

Se desarrolló durante la Edad Media en toda Europa hasta convertirse en un código coherente de identificación de personas, progresivamente incorporado por estamentos de la sociedad feudal como la nobleza y la Iglesia Católica para la identificación de linajes y miembros de la jerarquía, siendo igualmente adoptado por otros colectivos humanos, como gremios y asociaciones, además de ser adoptado para la identificación de ciudades, villas y territorios.

Siguiendo a Alberto Montaner Frutos, la heráldica es un sistema de comunicación que forma parte del diasistema de la emblemática y está formado por signos constituidos por armerías escudos de armas. Estas armerías están conformadas por cuatro conjuntos de elementos repertorios paradigmáticos: el campo normalmente limitado por la representación de un escudo, aunque no siempre, que solo excepcionalmente posee valor distintivo; las particiones del campo, que delimitan zonas en su interior; las señales, también denominadas muebles figuras geométricas u objetos y los esmaltes, o colores heráldicos, que se dividen en metales oro y plata y colores: gules, azur, sable, sinople y púrpura. A partir del siglo XIV aparece un cuarto repertorio paradigmático, el de los ornamentos exteriores al campo, que pueden situarse encima del escudo el timbre, que tiene como formas básicas la corona y el yelmo, este último con o sin cimera, a sus lados, sosteniéndolo soportes o tenantes, cuya distinción es irrelevante, rodeándolo collares, cintas, cordones... o enmarcándolo como el caso de mantos y pabellones. Estos elementos paradigmáticos se seleccionan para formar signos sintagmáticos según ciertos principios, como la que prescribe que no se utilice en el campo y las señales esmaltes del mismo grupo colores y metales, sino combinar metal y color.

Blasón es una palabra de origen oscuro, puede ser que venga de alguna lengua franconia de la palabra blâsjan antorcha encendida, gloria), o más probablemente del latín blasus significando ‘arma de guerra’. “Blasonar” significa describir las armerías siguiendo las reglas de la ciencia heráldica. En un estricto sentido, el blasón es, entonces, un enunciado que puede ser oral o escrito. Es la descripción de las armerías hecha en un lenguaje técnico, el lenguaje heráldico. El blasonamiento es la acción que consiste en describir las armerías y por tanto de enunciar el blasón que representa. La ciencia del blasón es muy antigua, se funda menos de un siglo después que se estableciera el uso de armerías en la Edad Media. En esgrima, los blasones amarillo, rojo, azul... son exámenes que permiten probar un nivel de técnica adquirida, de arbitrar o de participar en ciertas competencias. Algunos son distribuidos igualmente después de una victoria. Se expresan en una pieza de tela cuyo color cambia siguiendo el nivel en el codo o añadida al hombro desarmado.

Las armas son emblemas pintados en un escudo que deben poder ser descritas en la lengua del blasón, y que designan a alguien o a algo. Tienen el mismo rol que una marca, logotipo o nombre propio: son la manera heráldica de identificar, representar o evocar una persona, física o moral casa o familia, ciudad, corporación.... Las armas son consideradas generalmente como la propiedad intelectual de esta persona, que es el titular.

El escudo es el elemento central y principal de las armerías, es el soporte privilegiado sobre el que se representan las armas. Sin embargo, diversas armas pueden ser representadas en un mismo escudo, sin necesariamente representar a una sola persona: puede ser la unión de dos armas representando un matrimonio o la superposición de numerosas armas. Un escudo representa entonces unas armas o una alianza de armas. En todos los casos, el escudo delimita gráficamente el sujeto del que habla la composición y es suficiente para identificar las armas o una alianza.

Las armerías siempre en plural son aquellas que están representadas gráficamente sobre un objeto armado ejemplo: el escudo. Las armerías comprenden el conjunto de la panoplia formada por el escudo, que designa al sujeto, y sus eventuales ornamentos exteriores soporte, corona, collar de orden..., que dicen algo sobre el sujeto. Algunos ornamentos exteriores (cimeras, tenantes) forman parte de las armas y están asociadas sistemáticamente), algunos son arbitrarios o fantásticos lambrequines, símbolos alegóricos o votivos, pero la mayor parte son la representación heráldica de títulos, de cargos o de dignidades: son atribuidos oficialmente y pueden variar según el estado del titular en un momento dado.

Blasonar significa describir las armerías. El blasón es el resultado de hacerlo: es la descripción en términos heráldicos de todo lo que es significativo en las armerías, y más específicamente en el escudo. La correspondencia entre un blasón y su representación es el eje de la heráldica: la descripción de un blasón debe permitir representar correctamente las armerías y la lectura correcta de las armerías debe conducir a un blasón que rinda cuentas sobre sus rasgos significativos. Dos representaciones o armerías son equivalentes si responden al mismo blasón, son por tanto las mismas armas, aunque puede haber muchas maneras equivalentes de blasonar las armas.

jueves, 26 de febrero de 2015

HERRADURA



Las HERRADURAS para caballos son piezas en forma de una "U", construidas de hierro, caucho, plástico o cuero, que se clavan o se pegan en el borde de los cascos de los caballos. Las herraduras utilizadas para los bueyes y vacas tienen otra forma que se adapta a sus pezuñas, dos uñas en cada pata.

Las herraduras se utilizan para proteger los cascos y pezuñas contra el desgaste y la rotura.

Las primeras herraduras tenían clavos o lengüetas que sobresalían para proporcionar tracción adicional éstas aún siguen usándose en algunas competiciones de caballos.

Desde el siglo XIX existe un gran debate científico sobre la existencia o no de herraduras en la Antigüedad. Sí está claro el uso de "hiposandalias" unas protecciones móviles de metal, esparto o cuero que, sujetas con cintas, se utilizaban sólo puntualmente, en función de la dificultad del terreno o la longitud de un viaje. No hay textos literarios sobre el uso de herraduras anteriores al siglo IX d. C., pero en cambio sí numerosos hallazgos arqueológicos en distintos países que inclinan a aceptar su existencia, si bien no sistemáticamente extendida, o al menos no para los caballos de guerra faltan, por ejemplo, en todas las tumbas hallstáticas que incluyeron caballos.

Igualmente, el origen de la herradura sigue sin estar claro, aunque se apunta hacia pueblos bárbaros del oriente del Imperio romano, que usarían algunas protecciones clavadas al menos desde los siglos IV-II a. C.

Existe una gran variedad de herraduras, de diferentes materiales y estilos, desarrolladas para los distintos tipos de caballos y el trabajo que realizan. Los materiales más comunes son el acero, el aluminio y el plástico, aunque algunas herraduras especializadas están hechas de magnesio, titanio o cobre.


Como talismán, se dice que las herraduras traen buena suerte. Todavía se puede observar en algunos pueblos y aldeas rurales una herradura colocada encima de la puerta de la casa para traer la buena suerte. El uniforme deportivo del equipo de fútbol americano conocido como los Indianápolis, Colts (previamente los Colts de Baltimore) lleva la imagen de una herradura a cada lado de su casco protector.

miércoles, 25 de febrero de 2015

MOSCA TSE TSÉ



Las MOSCAS TSE TSÉ se encuentran en el África subsahariana. Sólo ciertas especies de schiavus transmiten la enfermedad. Diferentes especies tienen diferentes hábitats.

Principalmente se encuentran en la vegetación costera de ríos y lagos, en bosques galería y en la sabana. Hay muchas zonas donde se encuentran las moscas pero no la enfermedad.

Esto es debido a que las moscas no nacen con el tripanosoma, sino que entra en las glándulas salivales de la mosca al succionar sangre de algún humano o animal con la enfermedad.

Las poblaciones rurales que habitan en regiones donde ocurre la transmisión y las cuales dependen de la agricultura, pesca, cría o caza de animales son las más expuestas a la picadura de la mosca y, en consecuencia, a la enfermedad. La enfermedad del sueño generalmente está presente en áreas rurales remotas donde los sistemas de salud son precarios o inexistentes. La enfermedad se disemina en pequeños asentamientos.

Los desplazamientos de población por guerras y pobreza son factores muy importantes que conducen a un aumento en la tasa de transmisión. La enfermedad progresa en áreas cuyo tamaño puede ir de una aldea a una región entera. Dentro de un área determinada, la intensidad de la enfermedad puede ser variable en diferentes aldeas.

La tripanosomiasis humana africana, también conocida como enfermedad del sueño, es una enfermedad parasitaria dependiente de vector.

Los parásitos involucrados son protozoos pertenecientes al género Trypanosoma, transmitidos a los humanos por picaduras de la mosca tse-tsé género Glossina las cuales se infectaron al alimentarse de humanos o animales que hospedaban los parásitos.

La enfermedad es transmitida mediante la picadura de una mosca tse-tsé infectada.

Al principio los tripanosomas se multiplican en los tejidos subcutáneos, sangre y linfa. Al tiempo, los parásitos invaden el sistema nervioso central al cruzar la barrera hemato encefálica. El proceso puede tardar años en el caso de Trypanosoma brucei gambiense.

Otras formas de infección son:
Infección congénita: el trypanosoma puede cruzar la placenta e infectar al feto;
Transmisión mecánica, que siendo posible, sin embargo, es difícil estimar el impacto epidemiológico de transmisión en comparación con otros insectos hematófagos;
Infecciones accidentales ocurrieron en laboratorios a causa de clavarse agujas contaminadas.

Tras la picadura de la mosca tse-tsé, el tripanosoma entra en el organismo y comienza a multiplicarse para invadir los distintos sistemas corporales.
En la primera etapa de la enfermedad, conocida como fase hemo linfática, se presentan accesos de fiebre muy elevada durante varios días, separados por periodos a febriles, jaquecas, debilidad intensa, dolores de articulaciones, taquicardiasanemiaedema intenso, alteraciones circulatorias, pérdida de peso y picazón.

Los primeros sistemas invadidos son el cardiovascularrenal y endocrino.

La segunda fase, conocida como fase neurológica, comienza cuando el parásito atraviesa la barrera hemato encefálica e invade el sistema nervioso central. En general esto ocurre cuando los signos característicos y síntomas se manifiestan: cambia el comportamiento y el carácter del individuo se muestra indiferente, con menos concentración e irritable. A medida que avanza, el humor es impredecible, pasando bruscamente de la alegría a la tristeza. Durante el día aparecen periodos de somnolencia, cada vez más frecuente y prolongados, por la noche aparece el insomnio, y cualquier mínimo esfuerzo se hace imposible. Es típico el signo de la llave, o signo de Kerandel, que supone que el enfermo no puede abrir una cerradura por el dolor que le supone doblar la muñeca.

En la fase final el paciente entra en coma, proceso que le produce la muerte.

Aunque puede tener tratamiento, la enfermedad del sueño es letal y también puede ocasionar la muerte súbita.

PARAPETO



PARAPETO: se denomina en el ámbito militar, a un terraplén corto formado sobre el principal hacia la parte de la campaña.

El parapeto defiende el pecho contra los golpes enemigos a los soldados que están en él.

En un principio eran de piedra y estaban perforados con aspilleras pero posteriormente se hicieron de tierra para resistir mejor las balas de cañón.

Con todo, la creciente potencia del artillería obligó a intercalar una mampostería de cemento en medio de la tierra del parapeto a fin de aumentar su resistencia.

El parapeto debe estar siempre precedido de un foso.

martes, 24 de febrero de 2015

APÓCOPE



En gramática, una APÓCOPE es un metaplasmo donde se produce la pérdida o desaparición de uno o varios fonemas o sílabas al final de algunas palabras. Cuando la pérdida se produce al principio de la palabra se denomina aféresis, y si la pérdida tiene lugar en medio de la palabra se llama síncopa. Es una figura de dicción según la preceptiva tradicional.
En español moderno existen unos pocos adjetivos que presentan apócope ante un sustantivo masculino singular cuando se anteponen al nombre.
Bueno → buen: "buen día"
Malo → mal: "mal augurio"
Grande → gran: "gran elefante"
Santo → san: "San Antonino"

Nótese que cuando siguen al nombre en lugar de precederlo, se usan formas sin apócope. "un día bueno".

Mucho, muy. Esto sucede cuando precede a un adjetivo o a un adverbio, pero no ante más, menos, mejor peor: "muy bajo, muy temprano".

Tanto → tan y cuanto → cuán. Los dos pierden la sílaba final ante adjetivos o adverbios: "tan bonito, cuán cercano", pero no ante una forma verbal, aunque en el lenguaje coloquial se haga a veces: "tan es así, tan era cierto". Las formas correctas son: "tanto es así, tanto era cierto".

Reciente → recién

Ciento → cien. Ciento se apocopa ante un sustantivo (aunque éste vaya precedido de un adjetivo): "Los cien estupendos libros", "Las cien mejores poesías". Se apocopa también cuando es multiplicador de mil: "Los Cien Mil Hijos de San Luis".

Uno → un. Se apocopa ante nombres masculinos: "Un artículo". También los cardinales compuestos de uno: "veintiún soldados".

Primero → primer. Se apocopa delante de un sustantivo masculino singular: "Su primer libro no era tan bueno", "Su primer y único novio". Según la Real Academia Española, la apócope ante sustantivos femeninos es un arcaísmo que debe evitarse en el habla culta actual.

Tercero → tercer. Su uso es igual al de primer.

EPOPEYA



La EPOPEYA es un canto épico o narrativo, escrito la mayor parte de las veces en verso largo Hexámetro, o prosa, que consiste en la narración extensa de acciones trascendentales o dignas de memoria para un pueblo en torno a la figura de un héroe que representa sus virtudes de más estima.
En ella intervienen muchas veces los hombres comunes y corrientes, así como los dioses del Olimpo y existen elementos fantásticos. Casi siempre sus argumentos tienen que ver con hazañas o gestas peligrosas relacionadas con guerras, batallas o viajes fantásticos, incluyendo muchos de ellos sueños proféticos o visiones de ultratumba. Su extensión es muy grande y van desapareciendo a lo largo de la historia hasta que en la actualidad ya no se componen, porque no son reflejo de una sociedad en que el poder lo detente un estamento noble dedicado a la guerra con un sistema de valores centrados en el honor individual o la honra colectiva que encarna el personaje principal, héroe o protagonista, muchas veces secundado por otro héroe siguiente en importancia y ayudante, denominado deuteragonista.
La última gran época en que se crearon epopeyas fue la Edad Media, con sus cantares de gesta o epopeyas medievales; ya en el siglo XIX, fueron absolutamente eliminadas o más bien remplazadas por la novela realista o epopeya del héroe corriente o de la clase media que por entonces conquistó el poder político y el prestigio social y reveló en ella unos valores distintos del honor nobiliario y propios de una clase social nueva, la burguesía: el individualismo y el materialismo.
Entre los subgéneros de la epopeya figuran el epilio, opilión o canto épico; el cantar de gesta; la saga islandesa; el romance épico antiguo; el poema heroico o poema épico culto; el romano courtois; el libro de caballerías; la epopeya burlesca y la novela. La característica principal de la epopeya es su ambiciosa extensión, repartida a través de diversas rapsodias o cantos.
Los primeros esbozos épicos fueron producto de sociedades preliterarias y tradiciones poéticas orales. En esas tradiciones, la poesía se transmitía a la audiencia y era reproducida por medios puramente orales. Los clásicos estudios sobre la epopeya popular de los Balcanes realizados por Milman Parry y Albert Lord demostraron el modelo paratáctico usado en la composición de este tipo de poemas y la importancia de las fórmulas mnemotécnicas en su repentización. Las largas epopeyas se construían en forma de cortos episodios de igual interés e importancia, y usaba determinados pasajes de tránsito para darse tiempo a ir recordando cada uno de los pasajes que debía engarzar, pasajes de tránsito que por tal motivo eran muy repetidos constituyendo las llamadas fórmulas o estilo formular. Parry y Lord sugirieron también que las obras de Homero (el primer autor de epopeyas) podrían haber sido compuestas de un modo semejante, a partir del dictado de un texto oral.
Las epopeyas deben poseer al menos diez características:
Invocación o súplica preliminar a la Musa.
Formulación inicial del asunto o tema de la obra.
Comienzo In medias res.
El espacio de acción es vasto, cubre muchas naciones o el universo.
Uso de epítetos y fórmulas repetidas.
Inclusión de extensas enumeraciones.
Presencia destacada de largos y cuidados discursos.
Intervención e implicación de los dioses en los asuntos humanos.
Presencia de héroes que encarnan valores de una nación, civilización o cultura.
A menudo cuenta con un descenso trágico del héroe al inframundo pagano o infierno o una visión profética.

La interesante épica semítica antigua tomó como modelo el enfrentamiento entre un héroe que simbolizaba la civilización y los valores urbanos, el rey en un tercio divino Gilgamesh, y otro héroe que representaba los valores naturales, campesinos y rurales, Enkidu.
Ésta es la materia que configura la llamada Epopeya de Gilgamesh, en la que ambos héroes se hacen amigos contra los dioses que quieren enemistarlos; tras luchar contra el gigante Humbaba y otras muchas aventuras muere Enkidu y, embargado por la pena, Gilgamesh consulta con el viejo Utnapishtim, que hizo el arca para escapar del diluvio, preguntándole cómo devolverlo a la vida; viaja al inframundo en busca de la hierba de la inmortalidad, pero en un momento de descuido una serpiente se la arrebata. El final del texto está muy deturpado, pero al parecer Gilgamesh, que sólo en un tercio es divino y en dos tercios es humano, se suicida. Esta epopeya, una de las más importantes que jamás se han escrito, demuestra cómo el hombre puede transformarse en un superhombre, casi en un ser divino, pero no en un dios. Elementos de la Epopeya de Gilgamesh siguen vivos en el Génesis, libro del Antiguo Testamento. Algunos episodios del mismo están claramente inspirados en el poema y en otros episodios de otra literatura, la egipcia.

Le atribuyen a Homero, un aedo o cantor de poemas ciego aunque algunos estiman que se trata de un conjunto de poemas unidos por un refundidor común, véase Cuestión homérica), dos largas epopeyas en hexámetros, la Ilíada y la Odisea, que constituyen el fundamento de la cultura común de los pueblos griegos. Apenas quedan restos de la Destrucción de Troya, de la Tebaida y de la Edipodia. Es burlesca la Batracomiomaquia, o guerra entre las ranas y los ratones.

Posteriores son las Post homéricas de Quinto de Esmirna y la Argonáutica de Apolonio de Rodas y se presentan como relatos reales de soldados que asistieron a la Guerra de Troya, y por tanto como obras históricas, las novelas de Dictis Cretense desde el lado griego y Dares Frigio desde el lado troyano, muy populares en la Edad Media.