sábado, 21 de noviembre de 2015

FLAMENCO



El FLAMENCO es un estilo de música y danza propio de Andalucía, Extremadura  y Murcia. Sus principales facetas son el cante, el toque y el baile, contando también con sus propias tradiciones y normas. Tal y como lo conocemos hoy en día data del siglo XVIII, y existe controversia sobre su origen, ya que aunque existen distintas opiniones y vertientes ninguna de ellas puede ser comprobada de forma histórica. Aunque el diccionario de la RAE lo asocia a la etnia gitana, es más que perceptible la fusión de las distintas culturas que coincidieron en la Andalucía de la época. De todas las hipótesis sobre su origen la tesis más extendida es la que expone el origen morisco, sólo que el mestizaje cultural que por entonces se dio en Andalucía: oriundos, musulmanes, gitanos, castellanos y judíos; propició su creación.

En noviembre de 2010 la Unesco lo declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a iniciativa de las Comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia. Además es Patrimonio Cultural Inmaterial Etnológico Andaluz y está inscrito en el Inventario General de Bienes Muebles de la Región de Murcia establecido por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales.

Su popularidad en Hispanoamérica ha sido tal que en Guatemala, Costa Rica, Panamá, El Salvador y Puerto Rico han surgido diversas agrupaciones y academias. En Japón es tan popular que se dice que en ese país hay más academias de flamenco que en España.

El estilo flamenco se fue configurando durante el siglo XIX, sobre el sustrato de la música y la danza tradicionales de Andalucía, cuyos orígenes son antiguos y diversos. Sin embargo el flamenco no es el folclore de Andalucía compuesto por seguidillas, sevillanas, fandangos, verdiales, trovos, el chacarrá, el vito... sino un género artístico fundamentalmente escénico.

En ningún momento de su historia el flamenco ha pasado de ser una música interpretada por minorías, con mayor o menor difusión. El surgimiento de los cantaores profesionales y la transformación de los cantos populares por parte de los gitanos, hicieron que su estilo se alejara considerablemente de las tonadas tradicionales. El flamenco somete lo popular a una estilización tan grande que lo lleva hacia lo culto, pero sin perder su sabor popular.

Aun así el flamenco se considera un atractivo turístico de primer orden para Andalucía, tanto como espectáculo como arte para su estudio incluso como doctorado.

Se cree que el género flamenco surgió a finales del siglo XVIII en ciudades y villas agrarias de la Baja Andalucía, aunque prácticamente no hay datos relativos a esas fechas y las manifestaciones de esta época son más propias de la escuela bolera que del flamenco.

En 1783 Carlos III promulgó una pragmática que regulaba la situación social de los gitanos. Esto fue un hecho trascendental en la historia de los gitanos españoles que, tras siglos de marginación y persecuciones, vieron cómo su situación jurídica mejoraba sustancialmente.

Tras la Guerra de Independencia Española 1808-1812 se desarrolló en la conciencia española un sentimiento de orgullo racial, que contrapone al ilustrado afrancesado la fuerza telúrica del majo, arquetipo del individualismo, la gracia y el casticismo. En ese ambiente triunfa la moda cañí, pues el casticismo ve en el gitano un modelo ideal de ese individualismo. La eclosión de las escuelas taurinas de Ronda y Sevilla, el auge del bandolerismo y la fascinación por lo andaluz manifestada por los viajeros románticos europeos, fueron conformando el costumbrismo andaluz, que triunfó en la corte madrileña.

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