lunes, 5 de enero de 2015

HUASO



El término HUASO se usa en Chile para referirse al individuo que vive en la zona centro y sur del país y se dedica a las tareas propias de las antiguas haciendas del valle central y la costa de esa área. Por extensión, se hace referencia con este nombre a los campesinos de esa zona, utilizándose como adjetivo para señalar características propias del centro y parte del sur de Chile, como «zona huasa» o «Rancagua, ciudad huasa».

Además, el huaso es el jinete en el rodeo chileno, similar al chagra ecuatoriano, al charro mexicano, al chalán peruano, al cowboy o vaquero estadounidense, al gaucho rioplatense y al llanero colombiano y venezolano. Sin embargo, la labor del huaso chileno —a diferencia de los mencionados— no se limita exclusivamente a la ganadería, sino que también abarca otras actividades campesinas, como la agricultura.

También huaso hace referencia al hombre que baila la cueca huasa o cueca tradicional, la danza nacional chilena. La versión femenina del huaso es la china, su pareja en este baile.

Una postura sostenida por Lenz y otros autores es que tanto huaso como gaucho proceden del término quechua wakcha, que significa ‘pobre’ o ‘huérfano’, y del que también se deriva el chilenismo “guacho”, muy usado antiguamente, que se refiere a un hijo ilegítimo nacido fuera del matrimonio.

Una opinión que ha tomado fuerza en los últimos años indica que tanto la palabra guaso como gaucho tendrían raíz hispana, específicamente originada en Andalucía, en donde se le denomina huasa a la falta de gracia, guasona al exceso de gracia y gacha al campesino. La conjugación de esas tres palabras habría originado el término huaso, para referirse al hombre de campo chileno.

Otra teoría señala que proviene del quechua y que significaría 'lomo' o 'ancas de las bestias'. El término huasu se habría usado para denominar a los jinetes, siendo posteriormente extendida a todos aquellos que realizaban trabajos agrícolas montados en un caballo.

Se asocian a la zonas geográficas de los valles transversales y la llamada depresión intermedia del centro de Chile, comprendidas desde la Región de Coquimbo por el norte hasta la Región de Los Lagos por el sur.

Su vestimenta ha variado desde la época colonial hasta hoy día. Antiguamente, cuando el empleo del caballo era un uso general de la población, la vestimenta del huaso sólo se distinguía por una gruesa manta y un sombrero puntiagudo de rudimentaria fabricación, mientras que su compañera usaba un vestido corriente, “simple” en comparación a los pomposos vestidos de fiesta de la época. En la actualidad, el atavío de las representaciones folklóricas ha llegado a tener dos formas, tanto para el huaso como para su compañera: la tenida formal o elegante, propia de fiestas u ocasiones especiales, y la común o tradicional, asociada al trabajo campesino cotidiano.

En las presentaciones folclóricas aparecen huasos en vestimenta de fiesta comúnmente llamado “huaso de parqué”, haciendo alusión a un tipo de piso de madera usado en salones elegantes, lleva un sombrero de corte catalán negro, faja sobre el cinturón, camisa blanca o cuadrillé, una chaqueta corta de terno blanco o negro, pantalón gris listado fino en negro y botines negros. Adornan su vestimenta una manta de tejido fino en colores sólidos y, para el mejor lucir, dos artículos de montura: las “polainas” o “corraleras” protecciones de cuero en las piernas, generalmente con flecos de cuero y hebillas y las espuelas. La compañera del huaso, la “huasa de fiesta” o “de parqué”, viste un traje llamado “ropón”, consistente en un traje tipo catalán de dos piezas, de falda larga con adornos blancos que simulan una enagua, por lo general de color negro, camisón blanco, botas altas negras y sombrero similar al del varón.

La vestimenta común también llamada “de gañán”, refiriéndose al hombre dedicado a las labores agropecuarias más rudas, que aparece en escenificaciones de las tradiciones rurales del siglo XIX y principios del XX, consiste en un sombrero artesanal hecho de achupalla llamado chupalla, camisa corriente, pantalones de color oscuro y “ojotas” especie de sandalias hechas en forma artesanal de cuero o goma de neumáticos. Equipados para las labores campesinas “aperados” en lenguaje campesino, llevan un poncho de lana, polainas -antes mencionadas-, espuelas y cinturón grueso de hebilla grande y, como accesorio a la cintura, el rebenque y un cuchillo de los tipos “corvo” o “parralino” de la ciudad de Parral, Región del Maule. La acompañante tradicional en estas representaciones, conocida como “china” mujer de baja condición social y empleada en las haciendas, viste un traje-falda de una pieza floreado, con delantal blanco rico en encajes, pelo tomado en moño-tomate y zapato de taco cuadrado.

Tanto huasos como huasas o chinas, llevan siempre un pañuelo, complemento necesario del baile típico chileno, la cueca.

El huaso es parte esencial de la cultura folclórica chilena y miembro infaltable de los desfiles de septiembre, mes de la patria, en los rodeos, las fondas, tiendas tradicionales en que se vende comida típica chilena, además de organizar juegos campesinos y otras actividades, 

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