martes, 11 de noviembre de 2014

XOCHICALCO



XOCHICALCO es un sitio arqueológico que se ubica en el Municipio de Miacatlan en el estado de Morelos, México, a 38 km al sudoeste de la ciudad de Cuernavaca.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. El apogeo de Xochicalco tiene lugar en el período llamado Epiclásico 650 - 900. Durante este lapso se construyó la mayoría de la arquitectura monumental visible hoy en día; su desarrollo y surgimiento se debe entender a partir de su relación con Teotihuacán, el asentamiento dominante en Mesoamérica a lo largo del período clásico.

De acuerdo con algunos investigadores, Xochicalco surgió tras el abandono de Teotihuacán para ocupar el vacío de poder económico y político provocado por ese hecho.

Se especula que Xochicalco debió haber tenido una comunidad de artistas provenientes de otras partes de Mesoamérica.

Son de especial interés los relieves esculpidos en los lados de algunos edificios. El templo de la Serpiente Emplumada tiene finas y estilizadas representaciones de la deidad, en un estilo que incluye una aparente influencia teotihuacana y maya.

El principal atractivo del Sitio Arqueológico un observatorio dentro de una cueva con escalones labrados hacia el interior, en donde en el Equinoccio los rayos solares la iluminan creando un haz de luz extremadamente brillante.

Fuera de este día y de la hora cenital; el rayo de luz que posee un punto de enfoque de aproximadamente cincuenta centímetros de piso, si el observador disminuye la distancia del punto de enfoque de la sombra al acercar, por ejemplo la mano al suelo, se crea un fenómeno óptico que difumina el haz hacia los lados creando en el suelo un asombra difusa con más luz al centro del objeto dando el aspecto radiopaco de los huesos de los dedos y brazos como si se tratase de una radiografía, siendo esto sólo una ilusión óptica.

Los otros monumentos en el sitio son: los templos piramidales, palacios, tres juegos de pelota, temazcales, una inusual fila de altares circulares. También hay algunas estelas esculpidas con los nombres y escenas de tres reyes de Xochicalco.

Algunas estelas han sido removidas de sus lugares originales, y ahora se exhiben el Museo Antropología e Historia del INAH en la Ciudad de México o en el museo de sitio.

Plaza Central. Posiblemente fue el espacio cívico-religioso más importante de la ciudad. Al centro de la plaza se ubica un adoratorio que contenía una estela con dos glifos, a los costados los edificios Este y Oeste, y al fondo la Gran Pirámide, que es la construcción de mayores dimensiones del sitio.

La Malinche. En esta área se localiza el Juego de Pelota Sur, el más grande de los tres que se conocen en el sitio, así como veinte altares redondos y uno cuadrado que tal vez se utilizaban para el cálculo del calendario ritual de 260 días, y un conjunto habitacional conocido como El Palacio, que quizá era ocupado por un grupo de nobles.

Plaza Principal. Con un carácter básicamente político y ceremonial, este espacio contaba con un acceso sumamente restringido.

En su interior se encuentran las estructuras más importantes del sitio, como la Pirámide de la Serpiente Emplumada, edificio de extraordinaria belleza y enorme significado, decorado con relieves por sus cuatro caras; el Templo de las Estelas, donde se descubrieron las tres estelas relacionadas con Quetzalcóatl y que actualmente se exhiben en el Museo Nacional de Antropología, y la Acrópolis, residencia de los principales señores de la ciudad, que se localiza en la parte más alta del sitio.

Conjunto Este. En él encontramos el Juego de Pelota Este, la Rampa de los Animales, integrada por 255 losas con representaciones de animales, y el Conjunto Central, área donde se localiza un altar policromado, un complejo temascal o baño de vapor y una cisterna para almacenar agua de lluvia, la cual era distribuida hacia todo el conjunto, mediante un elaborado sistema de drenaje.

Conjunto Oeste. Integrado por estructuras situadas sobre la cueva del Observatorio, el cual fue utilizado para la exploración astronómica.

La gran cantidad de cuevas que se encuentran en las laderas del cerro, no son naturales, fueron excavadas por los xochicalcas para obtener materiales para la construcción; muchas de ellas, fueron acondicionadas para ser usadas con diferentes propósitos, tal es el caso de la cueva en donde se encuentra el Observatorio, en donde se estudiaba el movimiento del sol.

Presenta en su interior un pasillo y una gran cámara con una chimenea que mide de la base a la superficie 8.7 metros, cuya boca del tiro es hexagonal; dicho tiro tiene una ligera inclinación para que los rayos penetren y se vea el hexágono proyectado en el piso de la cueva, además se encontraba recubierta con estuco y pintado de colores negro, amarillo y rojo.

En el período de 105 días, que va desde el 30 de abril al 15 de agosto, el sol penetra por la boca de la chimenea. En el movimiento del sol hacia el Trópico de Cáncer y a su regreso, respectivamente los días 14/15 de mayo y 28/29 de julio, el astro está en su cenit y en el mediodía astronómico: el haz de luz cae directamente a través del tubo proyectando la imagen del sol en el piso del subterráneo.

Seguramente aprovechando el fenómeno solar, el lugar fue usado también para ceremonias religiosas.

Actualmente el observatorio se encuentra abierto al público, ya han concluido las labores de conservación.

Un aspecto muy importante en Xochicalco es que tiene una serie de drenajes pluviales para almacenar el agua en cisternas y así ser usada en el momento en que fuese requerida por la falta de lluvia, que es aproximadamente de 7 meses al año. Todos estos drenajes estaban hechos con tubos preconstruidos que se ensamblaban de forma muy similar a los de hoy en día.

Xochicalco, palabra náhuatl que significa “en el lugar de la casa de las flores”, es un centro urbano de Mesoamérica cuidadosamente trazado y construido en una serie de terrazas artificiales sobre un grupo de cerros como La Bodega, La Malinche y Xochicalco cuya ubicación aunada a la construcción de fosos, murallas y otros elementos defensivos permitiría contener posibles ataques.

Este importante centro, referido por algunos estudiosos como el mítico Tamoanchán de los relatos prehispánicos, tuvo su apogeo entre los años 650 y 900 de nuestra era, justo entre la caída de Teotihuacán y el surgimiento de Tula.

Dada su ubicación geográfica, Xochicalco goza de fama a nivel mundial y es muy visitado, sobre todo al inicio de verano, en que los rayos del sol penetran perpendicularmente e iluminan de manera particular las cuevas, creando un ambiente misterioso.

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