sábado, 22 de noviembre de 2014

HENOTEÍSMO



El HENOTEÍSMO o monolatría es la creencia religiosa según la cual se reconoce la existencia de varios dioses, pero sólo uno de ellos es suficientemente digno de adoración por parte del fiel.

Históricamente, el henoteísmo ha aparecido en pueblos politeístas que, por ciertas circunstancias de carácter espiritual, han alcanzado el monoteísmo. De esta manera el henoteísta no es un politeísta ni un monoteísta en sentido estricto. El henoteísmo comparte con el politeísmo la creencia en varios dioses, aunque no los considera tan dignos de veneración como el dios propio del henoteísta. Y comparte con el monoteísmo la creencia de que sólo un único dios es merecedor de adoración, aunque no niega frontalmente la existencia de otros dioses.

En las antiguas creencias, los dioses eran territoriales, es decir, su poder cubría un territorio determinado, así como el de los reyes sobre la Tierra. El concepto de un único dios que con su poder alcanza a todo el universo es muy posterior, de la época de los profetas, quienes denostaron a los otros dioses como ídolos que "tienen ojos y no ven, tienen boca y no comen". En ese período, el primitivo henoteísmo hebreo se transformó en el riguroso monoteísmo judío actual.

Entre muchos de los nombres que aparecen en el Antiguo Testamento para nominar al dios hebreo se encuentra el nombre Elohim. Este nombre es una palabra plural, que si bien puede referirse a “dioses”, también tiene una forma singular, Eloha. Es de notar que ambas palabras son utilizadas tanto en referencia a dioses paganos como a un solo dios pagano, sin discriminar su uso para el dios hebreo al mismo tiempo.

También, los actuales egiptólogos, consideran henoteísmo el culto a Atón en el Antiguo Egipto, posible precedente del henoteísmo judío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario