viernes, 9 de mayo de 2014

LAPITA



LAPITA es el nombre de una cultura neolítica que se extendió desde puntos de la costa norte de Nueva Guinea y el archipiélago Bismarck hasta Nueva Caledonia, y las islas Samoa y Tonga, en el oeste del océano Pacífico. Es considerada la precursora de diversas culturas contemporáneas de parte de Oceanía Cercana y posteriormente de Polinesia.

El lugar arqueológico modelo de esta cultura está situado cerca del pueblo de Koné, Nueva Caledonia, y fue descubierto en 1952. El nombre "Lapita" deriva de la palabra "sapita”, que significa ‘excavar un hoyo’ en el dialecto Haveke de Nueva Caledonia. Esa palabra fue malentendida por los primeros arqueólogos norteamericanos que creyeron que el sitio se llamaba «Lapita».

Es un tipo de alfarería de barro de fuego lento, a menudo templada con conchas o arena, y decorada con incisiones superficiales realizadas con sellos dentados. Alrededor del 15% de las piezas son decoradas, y las demás son lisas. Suelen estar cubiertas con un engobe rojizo, una técnica empleada en la misma época en Taiwán y en el norte de Filipinas. Los fragmentos de piezas encontrados corresponden a jarrones, ollas, cuencos, fuentes y platos, muchos de ellos con un pie o base cilíndrica. Aparte de su decoración, todos comparten las mismas formas, la misma composición y la misma técnica de fabricación modelado a mano y posterior bruñido.

Los motivos consisten mayoritariamente en series geométricas repetitivas, ondas y representaciones antropomórficas estilizadas. Según algunas teorías, estas decoraciones pueden haber sido transferidas a o desde medios menos duros como tejidos hechos de fibra vegetal, tapetes o tatuajes. Los arqueólogos han catalogado hasta 150 motivos diferentes, dispuestos según estrictas convenciones, y se han realizado mapas de su distribución en Oceanía. Esta amplía distribución las excavaciones se reparten en islas que cubren un área de más de 4000 km de largo ha permitido afirmar que los pobladores de Melanesia y Polinesia compartían una misma cultura común, lo que borra su tradicional división étnica heredada del siglo XIX.

La alfarería clásica lapita fue producida entre el 1350 y el 750 a. C. y su producción más temprana se encontró en el archipiélago de Bismarck. Estilos locales de esta primera alfarería lapita se encuentran en Vanuatu y Nueva Caledonia. En la Polinesia Occidental se encuentra alfarería lapita desde el 800 a. C. en el área de Fiyi, Samoa y Tonga, límite oriental de su difusión. Alrededor de 500 años más tarde, variantes lapitoides se habrían difundido desde Tonga y Samoa hasta las Marquesas y las Islas de la Sociedad.

Si toda la alfarería lapita con decoraciones data de una época anterior a 500 años a. C., a partir de las primeras décadas d. C. la alfarería lapita presente en Oceanía Lejana ofrece un diseño liso sin decoraciones. A principios del siglo X d. C., ya no se encuentran restos de alfarería lapita en Polinesia. Se baraja la hipótesis de que fuese debido a la falta de arcilla apropiada en las islas más centrales y orientales del Pacífico, dado que los restos arqueológicos encontrados en las islas Samoa, su límite de expansión, revelan intentos de lograr otras proporciones de arcilla y arena.

Los pueblos lapita eran cazadores y recolectores, pero los últimos descubrimientos ponen de relieve su dominio de la agricultura.

Su horticultura se basaba en cultivos de semillas, raíces y árboles, especialmente taro, batata, coco, plátano y variedades del árbol del pan. El entorno de los yacimientos lapita demuestra que roturaban las tierras para su cultivo.

Domesticaban animales como los cerdos, perros y pollos, que llevaban consigo en sus migraciones. De las cantidades importantes de espinas de peces y conchas de moluscos encontradas en los asentamientos lapita, se sabe que practicaban la pesca y la recolección de moluscos.

Se llevaba a cabo comercio a larga distancia de obsidiana para elaborar hachas y otras herramientas. La obsidiana tiene la particularidad de que su análisis permite rastrear su origen con precisión, y reconstruir por lo tanto el recorrido de los pobladores lapita que llevaban consigo estas piezas. Entre 1976 y 2002, se han encontrados restos en las islas Santa Cruz, Fiyi, Nueva Caledonia y en las Vanuatu, que procederían de yacimientos situados en la isla de Nueva Bretaña en el archipiélago Bismarck y en varias islas del Almirantazgo.

Aparte de restos de herramientas astilladas de obsidiana, se han encontrado en los yacimientos lapita azuelas de piedra, artefactos y adornos hechos de conchas y huesos, anzuelos de pesca, herramientas destinadas a raspar, pelar y cortar, hechas con conchas y sílex u otros tipos de roca disponible localmente.

Las migraciones lapitas representan saltos entre islas muy distantes, lo que implica que dominaban la navegación de altura. Este tipo de navegación sólo se podría haber hecho con embarcaciones estables y resistentes como las canoas de doble casco catamaranes o canoas provistas de un casco lateral más pequeño (praos). Al tener que navegar sin tener referencias terrestres, se piensa que los lapitas se orientaban basándose en la posición de los astros.

En Oceanía Cercana, los pobladores lapita vivían en aldeas situadas en la orilla de las playas, aprovechando la poca profundidad de las lagunas de los arrecifes de coral. Se encontraron restos de pilotes que sustentaban sus casas en Papúa Nueva Guinea asentamiento de Mussau en el archipiélago Bismarck, en las islas Salomón y en las islas Santa Cruz. Esto puede haberse debido al deseo de evitar áreas ya pobladas en la costa de Nueva Guinea, o mosquitos portadores de malaria contra la que el pueblo lapita no tenía defensas inmunológicas. En Nueva Bretaña en el archipiélago Bismarck también se encontraron asentamientos tierra adentro, cerca de yacimientos de obsidiana, pero siempre con acceso directo al mar.

En los archipiélagos más orientales, todos los asentamientos se encuentran en el interior de las islas, a poca distancia de las playas. Los yacimientos encontrados en las islas de Vanuatu yacimientos de las islas Malo, Aore; Efate, islas Malo, Malakula y Erromango, sitúan los poblados de tipo Lapita en terrazas situadas hasta casi 1 km tierra adentro, que antiguamente correspondían a promontorios bañados por el mar como en Santo y Teouma. Los asentamientos lapita descubiertos hasta 2008 muestran que el tamaño de las aldeas variaba desde pueblos de cierta importancia como en Talepakemalai, en las islas Mussau, Papúa Nueva Guinea hasta aldeas muy pequeñas habitadas por una docena de individuos.

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