lunes, 29 de julio de 2013

QUE DE COSAS APRENDE UNO



A los nueve aprendí que mi profesora solo me preguntaba las cosas que yo no sabía.
 
A los diez años aprendí que era posible de estar enamorado de cuatro niñas a la vez.
 
A los doce aprendí que si tenía problemas en la escuela, iban a ser más grandes en la casa.
 
A los trece años aprendí que cuando mi cuarto quedaba como yo quería, mi mamá me mandaba ordenarlo.
 
A los quince aprendí que no debería descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque las frustraciones de mi papá eran mayores y su mano más pesada.
 
A los veinte años aprendí que los grandes problemas empiezan siempre pequeños.
 
A los veinticinco aprendí que nunca debía de elogiar los platillos de mamá, cuando estaba comiendo algo preparado por mi esposa,
 
A los veintisiete años aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
 
A los treinta aprendí que cuando mi esposa y yo teníamos una noche sin los niños, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.
 
A los treinta y tres años aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
 
A los treinta y cuatro aprendí, que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
 
A los treinta y ocho años aprendí que siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa y cuando estoy en casa, quisiera estar viajando.
 
A los treinta y nueve aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos galletas y ella escoge la más pequeña.
 
A los cuarenta y dos años aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos. no estas corriendo los suficientes riesgos.
 
A los cuarenta y cuatro aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle un mensaje.
 
A los cuarenta y siete años aprendí que abuelos y nietos son cómplices naturales.
 
A los cincuenta y cinco aprendí que es imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
 
A los sesenta y cuatro años aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
 
Ahora que tengo setenta y uno estoy aprendiendo que si la cosas van mal, yo no tengo porque ir con ellas.
 
De hoy en adelante aprenderé que envejecer es importante. Y también que tengo mucho que aprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario