martes, 30 de julio de 2013

EL HOMBRE EN LA LUNA




El Programa Apolo comenzó en julio de 1960 cuando la NASA anunció un proyecto, continuación de las misiones Mercury, que tendría como objetivo el sobrevuelo tripulado de nuestro satélite para localizar una zona apropiada con vistas a un eventual alunizaje de astronautas; se cumpliría así el viejo sueño del viaje a la Luna por parte del ser humano. Pero los planes iniciales se vieron modificados el 25 de mayo de 1961 con el anuncio del presidente John F. Kennedy de enviar y depositar un hombre en la Luna, y traerlo de vuelta a salvo antes de que finalizara la década. La meta se alcanzó cuando el 20 de julio de 1969 Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin a bordo de la Apolo 11 alunizaron en el Mar de la Tranquilidad. Este hito histórico se retransmitió a todo el planeta desde las instalaciones del Observatorio Parkes Australia. Inicialmente el paseo lunar iba a ser retransmitido a partir de la señal que llegase a la estación de seguimiento de Goldstone California, Estados Unidos, perteneciente a la Red del Espacio Profundo, pero ante la mala recepción de la señal se optó por utilizar la señal de la estación Honeysuckle Creek, cercana a Canberra Australia. Ésta retransmitió los primeros minutos del paseo lunar, tras los cuales la señal del Observatorio Parkes fue utilizada de nuevo durante el resto del paseo lunar. Las instalaciones del MDSCC en Robledo de Chavela Madrid, España también pertenecientes a la Red del Espacio Profundo, sirvieron de apoyo durante todo el viaje de ida y vuelta.

El Proyecto Apolo fue uno de los triunfos más importantes de la tecnología moderna. Seis misiones lograron posarse sobre la superficie lunar Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17 con un solo fallo: la misión Apolo 13 no pudo concretar su meta por la explosión del tanque de oxígeno líquido del módulo de servicio, pero la tripulación regresó a salvo. Previamente a las misiones con descenso proyectado a la superficie de la Luna, se probaron los sistemas de vuelo en varios lanzamientos automáticos, y después hubo dos pruebas tripuladas en órbita terrestre Apolo 7 y 9, y dos misiones sólo orbitales sin alunizaje a la Luna, Apolo 8 y 10. En 1973, una vez finalizado el programa lunar, tres naves Apolo fueron usadas para enviar tripulaciones a la estación espacial Skylab misiones SL-2, SL-3 y SL-4 y en 1975 fue lanzada la última nave Apolo, para la misión Apolo-Soyuz.

Otra de las novedades de este programa fue la implementación de un sistema de encuentro y acople con otra nave en órbita lunar, bautizado Lunar Orbit Rendezvous o LOR «Encuentro de Órbita Lunar», que fuera ideado por John C. Houbolt, un ingeniero espacial de la NASA. A pesar de los riesgos que implicaba su uso, el LOR permitió a la NASA reemplazar el descomunal cohete «NOVA» originalmente planeado para este tipo de misiones, lo cual llevó a un significativo ahorro de dinero.

 


 El módulo lunar (LEM) Apolo fue la primera nave diseñada para volar en el vacío sin ninguna capacidad aerodinámica. El módulo estaba unido al módulo de mando y al módulo de servicio, y se separaba de éstos en la órbita lunar para emprender su descenso a la Luna con dos astronautas a bordo. Tenía unas patas tan débiles que no podían cargar el peso del módulo en gravedad terrestre, pero sí en la lunar aproximadamente un sexto de la anterior. Al final de su estadía en la superficie, la etapa superior del módulo lunar despegaba para volver a unirse a los dos módulos en órbita lunar.

Para que las naves Apolo llegaran a su destino fue necesario la construcción del cohete Saturno V, el más grande jamás construido por la NASA, que medía 110,64 m de altura. El Saturno V lleno de combustible pesaba unas 2700 toneladas en el momento del despegue. El vehículo tenía tres etapas: S-IC, S-II y S-IVB. La última etapa se activaba para enviar a la nave Apolo fuera de la órbita terrestre y ubicarla en camino a la Luna. El diseño del Saturno V estuvo a cargo del científico alemán Wernher von Braun y su equipo.

El combustible de la etapa S-IC del Saturno V era RP-1 refined petroleum, petróleo refinado, que era una combinación de oxígeno y kerosén; la S-IC constaba de cinco motores F-1. Las últimas dos etapas, S-II y S-IVB, utilizaban una combinación de oxígeno líquido (LOX) e hidrógeno líquido (LH2) que eran quemados por seis motores J-2; cinco eran usados en la segunda etapa y el sexto en la última.

Las misiones Apolo complicaron las actividades desempeñadas por los operadores en tierra, ya que en este caso tenían que controlar las trayectorias de dos naves. El entrenamiento de los astronautas fue muy extenso, cerca de 84.000 horas, casi 10 años. Este entrenamiento incluyó diversas actividades, desde simulaciones de la gravedad lunar, expediciones de geología en diferentes regiones de la Tierra, hasta volar el vehículo de entrenamiento para el aterrizaje lunar.

El 27 de enero de 1967 poco antes de llevar a cabo el primer vuelo tripulado la tragedia golpeó a la NASA. Durante una prueba de los sistemas del módulo de comando de la Apolo 1 hubo un brutal incendio dentro del mismo que se cobró, antes de que pudiera llevarse a cabo el más mínimo intento de rescate, la vida de los astronautas Virgil “Guss” Grissom, Edward White II y Roger Chaffee. Una comisión investigadora determinó que la tragedia se había originado como consecuencia del oxígeno puro al 100% que entró en combustión con una chispa provocada por un cortocircuito en uno de los paneles de control de la nave. La NASA, tras éste accidente, hizo un programa de premios para mejorar la seguridad de las misiones, el Premio Snoopy.

Para octubre de 1968 el Apolo 7 ya estaba listo para ser lanzado y enviar a tres astronautas en órbita terrestre. Tanto el cohete lanzador Saturno V como los dos módulos habían sido probados durante noviembre de 1967 en la misión Apolo 4 el primer vuelo del Saturno V, que no fue tripulada.

Para diciembre de 1968 la misión Apolo 8 estaba lista para enviar a tres astronautas a una órbita alrededor de la Luna, misión que se concretó entre el 21 y el 27 de diciembre; se recuerda el pasaje de la Biblia leído durante la Navidad de aquel año.

 

 

 Seis meses más tarde, la misión Apolo 11 tripulada por Neil Armstrong, Edwin Buzz Aldrin y Michael Collins hizo historia al poner dos hombres en la superficie de la Luna.

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