martes, 16 de julio de 2013

ÉBOLA



El Ébola es el nombre de un virus de la familia Filoviridae y género Filovirus, situación taxonómica que comparte con el virus de Marburgo. Este nombre proviene del río Ébola en la República Democrática del Congo, antiguo Zaire, donde fue identificado por primera vez en 1976 durante una epidemia.

Este virus es el causante de la fiebre hemorrágica viral del Ébola, una enfermedad infecciosa, altamente contagiosa y muy severa que afecta tanto a animales como a seres humanos.

Los virus Ébola y Marburgo son las dos especies tipo del género Filovirus, el único conocido en la familia Filoviridae. Esta familia comparte muchas características con las familias Paramyxoviridae y Rhabdoviridae; todas conforman el orden Mononegavirales.

El virus Ébola no presenta reacciones serológicas cruzadas con el virus de Marburgo. Esto permite su identificación serológica.

Tanto el virus Ébola como el virus de Marburgo son virus pleomórficos de morfología variable, cuyos viriones suelen presentar formas filamentosas de ahí su catalogación como "Filovirus"; ver imagen que pueden alcanzar grandes longitudes hasta 14.000 nm; sin embargo, presentan un diámetro bastante uniforme aproximadamente 80 nm.

El genoma del virus consiste en una molécula única de ARN monocatenario lineal de polaridad negativa 19,1 kb que tiene la información codificada para siete proteínas estructurales que forman el virión.

El virión está constituido por un nucleoide proteico con forma tubular 20-30 nm de diámetro rodeado por una cápside helicoidal, 40-50 nm, recubierta a su vez por una membrana regularmente espiculada, su envoltura viral, estructuralmente integrada por una única glicoproteína viral.

El nucleoide está constituido por dos tipos de proteínas: la proteína NP, cuya función es estructural, y la proteína L, una ARN polimerasa. La cápside se conforma por varias proteínas: proteína P, VP30 proteína que le permite desdoblarse dentro de una célula hospedadora, VP35, VP24 y VP40. Las proteínas VP24 junto con la VP40 forman una matriz que mantiene unidos el nucleoide con la cápside, nucleocápside viral.

El virus se transmite por contacto directo con líquidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos. La causa del caso índice aún es desconocida.

El período de incubación varía de 2 a 21 días, aunque lo más normal es de 5 a 12 días.

El portador del virus Ébola podría ser un tipo de murciélago de la fruta.

El virus está vivo en África. En el año 1976 murieron alrededor del 85% de los infectados.

Los síntomas son variables; al comienzo suele ser, generalmente, súbito y caracterizado por fiebre alta, postración, mialgia o dolor muscular severo, artralgias, dolor abdominal y cefalea.

En un lapso de una semana, aparece en todo el cuerpo una erupción, frecuentemente hemorrágica. Las hemorragias se presentan generalmente desde el tubo gastrointestinal, haciendo que el infectado sangre tanto por la boca como por el recto. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico por la pérdida de sangre.

Los autores del estudio han comprobado que el desfase del inicio de la mortandad entre los distintos grupos de gorilas vecinos es muy cercano a la longitud del ciclo de la enfermedad de ZEBOV doce días, lo que evidencia que la transmisión de grupo a grupo ha amplificado la mortandad mencionada. La investigación concluye que la muerte de más de 5.000 gorilas en el área de estudio es un caso único de pérdida de efectivos en una población animal en tan poco tiempo y, a la vez, manifiesta que la transmisión entre familias amplifica los episodios de mortandad. Hasta ahora se especulaba sobre la hipótesis de que la transmisión se producía a través de diversos focos de contagio entre la especie portadora del virus y los gorilas

La cepa Ébola-Zaire tiene la mayor tasa de mortalidad, hasta de un 90% en algunas epidemias, con una media de un 83%.

El primer brote tuvo lugar el 26 de agosto de 1976 en Yambuku, una ciudad del norte de Zaire (actualmente, República Democrática del Congo). El primer caso registrado fue Mabalo Lokela, un profesor de escuela de 44 años que volvía de un viaje por el norte del Zaire. Su alta fiebre fue diagnosticada como un caso de malaria, y en consecuencia se le administró quinina. Lokela volvió al hospital cada día; una semana después, sus síntomas incluían vómitos incontrolables, diarrea sangrienta, dolor de cabeza, mareos y dificultades respiratorias. Más tarde empezó a sangrar por nariz, boca y ano muriendo el 8 de septiembre de 1976, apenas 14 días después de manifestársele los primeros síntomas.

El virus del Ébola, como todos los virus "Calientes", no tiene cura y ningún tratamiento específico. El tratamiento que se utiliza en la actualidad es mantener la vida de la persona mediante métodos de resucitación respiración artificial, evitando el RCP pues el virus es contagioso por la saliva y controlar las hemorragias en la medida de lo posible.

En cuanto a una vacuna, se realizan investigaciones pero éstas se complican porque aún no se conocen todas las proteínas del virus y porque hay sólo cinco laboratorios equipados para trabajar con un virus como este.

Estos laboratorios se encuentran en EE UU,Canadá, Rusia, Francia y Alemania. Los más conocidos son los CDC, Centers for Disease Control, Centros de Control de Enfermedades en Atlanta, Georgia, y el USAMRIID The United States Army Medical Research Institute for Infectious Diseases, Instituto de Investigación Médica del Ejército de los Estados Unidos para Enfermedades Infecciosas.

Es de fácil reproducción en laboratorios, altamente eficaz por aerosoles, muy contagioso, la mortalidad por ébola puede llegar al 90%, y lo más relevante es que no existe aún tratamiento específico.

A pesar de lo que se creyó en un principio, se ha demostrado que el suero consistente en la sangre de los supervivientes al virus no es efectivo en el tratamiento de la enfermedad.

En 1998, Maurice Iwu anunció en el Congreso Internacional de Botánica que el extracto de la fruta de Garcinia kola, un árbol de África occidental, utilizado por curanderos locales en otras dolencias, detenía el crecimiento del virus en pruebas de laboratorio. No obstante, a fecha de junio de 2005, aún no se han realizado pruebas con animales o seres humanos.

Recientemente se han producido experimentos en primates de vacunas que han resultado ser 100% efectivas, aunque aún no se ha probado en humanos.

Científicos del USAMRIID y otros institutos han logrado producir una vacuna de Virus Ébola desactivado montado en virus del resfriado común, que parece haber tenido éxito en ratones y monos. Esto da esperanza a todos aquellos que viven en zonas donde el Ébola es endémico, y puede ser el primer paso para la elaboración de otras vacunas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario