lunes, 17 de junio de 2013

LOS DIOSES CHINOS



Los dioses chinos inmortales venerados con una breve descripción de cada uno de ellos.

Ts’Ao Kuo-Chiu, el corazón virtuoso:



 Se dice que Ts’Ao Kuo-Chiu huyó de su casa avergonzado después de que su hermano fuera ejecutado por asesinato. Decidió dedicarse a seguir el Tao, y en su trayecto cuando se encontró con los inmortales Chung Li Chu’an y Lun Tung-Pin, éstos le preguntaron dónde estaba el camino, a lo que él respondió señalando al cielo. Luego le preguntaron dónde se encontraba el cielo y Ts’Ao Kuo-Chiu respondió señalando su corazón. Fue entonces que los inmortales le enseñaron los secretos de la perfección y él mismo se convirtió también en un inmortal.
Chung Li Ch’uan, el frívolo:



 
De los dioses inmortales, Chung Li Ch’uan es el único que se corresponde con un personaje frívolo. En el arte chino se lo representa con un aspecto corpulento

Ho Hsiang-Ku, la virgen:

 


 De entre los dioses inmortales, ésta es la única mujer. De su vida se conoce que era una asceta taoísta que vivió durante el reinado de la Emperatriz Wu. Virgen por decisión propia vivía en la montaña, donde en un sueño le fueron revelados los misterios de la inmortalidad. Es representada mediante una flor de loto y reconocida como la protectora de las mujeres solteras.


Han Hsiang-Tzu, el músico:



 
Este personaje era alumno de Lu Tung-In. Considerado un gran flautista, mediante las órdenes que imparte con su instrumento, puede hacer que florezcan las flores. Trepó al árbol de los melocotones de la inmortalidad, pero se cayó, pero antes de llegar al suelo fue convertido en inmortal. Es él el patrón de la cultura.

Lan Ts’Ai-Ho, el juglar:

 


 Lan Ts’Ai-Ho era un juglar errante, y a menudo se le representa con un laúd. Era un travestido afeminado, una especie de loco sagrado, que llevaba ropas calientes en verano y dormía sobre la nieve en invierno. Un día, se desmayó borracho fuera de una posada y subió al cielo en una nube. Se lo considera el protector de los pobres.
Lu Tung-Pin, el filósofo:


 
Lun Tun-Pin era un filósofo moral. Un día se encontró con Chung Li Ch’uan, el primero de los inmortales. Mientras que Chung Li estaba calentando vino de arroz, Lu se durmió y soñó con su vida futura, en la que tenía éxito y era feliz, pero finalmente perdía todo. Se despertó convencido de la vanidad de las ambiciones mundanas y se convirtió en discípulo de Chung Li.

Viajaba por todo el mundo luchando contra el mal y ayudando a la gente. Se le representa con una espada mágica que le dio un Dragón de Fuego.

Li T’eih-kuai, el que protege a los enfermos:


 
Li T’eih-kuai, significa “Li con la muleta de hierro” y es el protector de los enfermos. Se lo representa como un mendigo viejo y rengo. Su alma fue llamada a los cielos para recibir las enseñanzas del espíritu de Lao Tzu, fundadador del Taoísmo. Entonces Li le dijo a uno de sus alumnos que quemaran su cuerpo sino regresaba en siete días. Sin embargo, el alumno, llamado al lecho de muerte de su madre, lo quemó al sexto día. Cuando Li regreso, tuvo que entrar en el cuerpo de un mendigo que acababa de morir de hambre.

El alma de Li T’eih-kuai se representa en forma de vapor que se eleva de la cabeza que contiene la medicina de la vida, sobre el cuerpo de mendigo en el que se aloja.

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